martes, 17 de noviembre de 2009

LUCAS 19, 1-10


Zaqueo era un personaje principal entre los publicanos y menospreciado por los judíos que lo consideraban pecador. Zaqueo de pronto tenía complejos de inferioridad y trataba de compensarlos acumulando dinero, daba la impresión que entre más acumulaba más lo odiaban los judíos.
Zaqueo sube a un sicomoro. Este árbol es considerado como impuro para los judíos. Ahí se descubre realmente bajito, menospreciado… Cuando Jesús lo ve, se hace la auto-invitación de cenar con él, eso lo hace sentir muy bien a Zaqueo. Porque alojarse en casa de alguien, compartir la mesa es señal de comunión intensa, de aceptación incondicional. Jesús tenía todo el tiempo para Zaqueo.
Es tenaz cuando hemos compartido con alguien y siempre esa persona sacaba el tiempo para platicar y un día de pronto porque ya tiene otros intereses y dice: Que pena no tengo tiempo, estoy ocupada. El amor implica tiempo, diálogo…
Jesús acepta a Zaqueo tal y como es, no le hace reproches, simplemente comparte con él la mesa, esto transforma a Zaqueo. Dice que devolverá cuatro veces más (era lo estipulado cuando alguien robaba o vendía una oveja que no era suya. Ex 21,37). Zaqueo asume la actitud de desprendimiento. Antes había puesto su confianza en el dinero y ahora se desapega de él.
El diálogo con Jesús nos lleva a desapegarnos de las cosas. Nuestra misión es creer en lo bueno que tienen las personas, ya que todos buscan ser aceptados, amados así como Zaqueo. Muchos siguen los caminos equivocados y Jesús si cree que pueden retornar a los caminos verdaderos.
La hospitalidad de Zaqueo, creo el espacio de aceptación, allí en esos ambientes cambiamos la vida, nos convertimos, nos curamos… Al igual que Jesús nosotros debemos procurar tales ambientes.
Les cuento algo, una vez iba a una eucaristía y al ver el desgano en los rostros de los asistentes, pensé ¿qué se podrá hacer? esto parece tiempo perdido. Pero de todas formas han venido a la misa. De algún modo ellos buscan a Dios y las palabras, las oraciones, los cantos le harán bien. Entonces, se trata de crear un espacio sin que la otra persona se sienta que queremos convencerle o convertirla.
Creer en lo bueno que hay en los otros produce mucho bien. Cuando nos quejamos que las personas no tienen fe, que les falta interés por Dios, que el mundo es ateo, que va de mal en peor, con frecuencia es expresión de la propia falta de fe. Que Dios nos ayude a ver lo bueno que hay en los demás y a crear espacios de hospitalidad para mejorar nuestra existencia. Un abrazo y que tenga un día esplendoroso.

miércoles, 21 de octubre de 2009

LUCAS 12,39-48


Me impresionó mucho, una vez estábamos jugando con una mascota y cuando de pronto salió a toda prisa ladrando, lo seguí y era una persona extraña que había entrado sin permiso por el patio de la casa. Después me preguntaba ¿Cómo lo hizo, si estábamos lejos? ¿Cómo se dio cuenta, de ésta persona extraña, si habían varias paredes de por medio?...
Después descubrí, que por su olfato los perros pueden percibir ciertas bacterias que viajan por el aire y que nosotros los humanos nos queda difícil hacerlo.
¿Por qué comento este hecho? Sobre todo por dos cosas: Porque a unos más que a otros, se les facilita la actitud de la vigilancia. Los perros no hablan, pero han desarrollado un oído y un olfato prodigiosos… y segundo porque, la actitud de vigilancia implica para nosotros valores importantes como: el silencio, la escucha atenta, la vista… Y nosotros como católicos, somos invitados más que a otros a descubrir las manifestaciones del Señor Jesucristo y a acrecentar toda nuestra vida en torno a los valores de Reino de Dios; solo así hacemos frente a esta cruda realidad.
Les comento otro hecho de vida. Cuando vamos al centro de la ciudad, entonces vamos pendientes de quienes pasan junto a nosotros; nos fijamos quienes tienen cara de habitantes de la calle… evitamos responder a una pregunta de un desconocido, miramos de reojo si nos vienen siguiendo o si existe algún sospechoso por ahí… Esta misma actitud la debemos ejercitar, de igual manera, para descubrir a Dios en la ciudad. Con sus signos y palabras, porque a ratos hasta dudamos que esté ahí. Y lo más lógico, es que peregrina y acompaña a muchos (as)…
Otra situación muy lógica es, que si percibimos verdaderamente la acción del Señor misericordioso en nuestra vida, cambiamos totalmente para bien de nuestros hermanos, tanto en el hogar como en el trabajo… Así, lo puede manifestar el texto cuando dice que el dueño de casa puede estar alerta al ladrón o cuando el administrador fiel, hace lo correcto en su oficio como cuidador responsable.
En nuestro hogar: Impediremos la intervención del enemigo, porque estaremos atentos a escuchar, a distinguir y a reconocer más a Jesucristo que llega… Y en el trabajo: pues, lo demostraremos con nuestros buenos tratos y buenos comportamientos para con los demás.
Que tenga un día esplendoroso.

jueves, 1 de octubre de 2009

LUCAS 10,1-12


Una de las características cuando alguien nos aprecia, nos estima o quiere lo mejor para nosotros, es cuando nos da unas indicaciones. Porque sabe que si las colocamos en práctica nos van a servir mucho. Por ejemplo, nos dice: acuérdese de la oración, no trasnoche, cuídese…
Según el evangelio las indicaciones de Jesús, las podemos organizar en tres momentos:

Cuando estamos aquí, delante de él. Entonces nos dice: los he designado a que vayan a todas partes, a todos los pueblos y lugares... Vayan de dos en dos. Les presenta la realidad amplia, compleja y peligrosa…Vean que el trigo (la mies) está regado por todas partes y hace falta trabajadores. Miren que la oración es muy importante. Necesitamos orar para que haya personas comprometidas… vean que cuánto la necesitamos…

Cuando vamos de camino. Ante todo son dos indicaciones: abandonarnos en Dios providente y no detenerse a saludar cuando vamos con una misión. Existen momentos que lo único válido es la experiencia de Dios y cómo la manifestamos. Lo único válido es nuestro abandono en el Señor Jesucristo. Porque ante él las falsas seguridades se desvanecen… Nuestro abandono se expresa en el “Amor”, que podamos brindar a los demás. Continuamente lo veremos en la misión, que sobran los libros, los folletos o los materiales, el dinero, la ropa… porque lo más importante es el Señor.
No detenerse a saludar. Porque pasa, que necesitamos llegar al sitio (pastoral…) y nos entretenemos por el camino: charlando… mirando personas, vitrinas… y todo eso nos desenfoca, de la misión… generalmente, aquellos (as) con quienes nos entretenemos les falta la conversión. En cambio, a donde vamos, ya tienen un proceso de cambio y están en camino de servicio…

Cuando llegamos al lugar. Saludar y no de cualquier manera, sino deseando la paz a todos los que viven en ese hogar. Puede que haya personas que la reciban, como puede que no…
Comer y beber de lo que tengan… pollito, cubios, nabos… Recuerden también que de alguna manera Dios les pagará… y que si no reciben el mensaje en un lugar, pues irnos a otra parte, tal situación de resequedad en Dios, se quedará con ellos y no se nos pegará a nosotros. Dios en su infinita misericordia sabrá qué hacer con ellos.
Un fuerte abrazo, Dios te bendiga.

lunes, 28 de septiembre de 2009

LUCAS 9,46-50


Cuando nos apartamos del camino y de lo que implica el seguimiento de Jesucristo, caemos en dos situaciones netamente humanas, que nos pueden perjudicar en la construcción del Reino de Dios: La búsqueda de poder y el vivir en el exclusivismo.

La búsqueda de poder. “Los discípulos discutían, cuál de ellos era el más importante…”

¿A quién no le gustaría ser el más importante en alguno de los campos: las letras, las ciencias, las artes, la política, el deporte, la religión…? ¿A quién no le gustaría que le felicitaran, que le dieran trofeos o medallas? ¿Le aumentaran el salario? ¿Vivir en una realidad de élite?...
Es la connotación natural del ser humano, que busca grandes metas, bienes y reconocimientos y pone a prueba sus capacidades. Esto de por sí, no es malo, ni es pecado…
¿Qué enseña Jesús a sus discípulos?
Ante todo dos cosas: 1. Que quien tiene poder o el más importante, debe recibir a los pequeños, a Jesús mismo y a Dios. Jesús dijo: “El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado”. Es decir, entre más importantes seamos, más estudios, títulos, autoridad, reconocimientos… más compromiso con Jesucristo, en los necesitados. A quien más se le da más se le exige.
2. Que quien tiene poder o el más importante se reconoce por el servicio. Jesús dijo: el más pequeño de entre ustedes, ése es el más importante» Es claro, que el servicio debe ser desinteresado y a conciencia, muy contrario a la propuesta de la sociedad de consumo, que busca un interés individualista y de provecho económico… Vale preguntarnos: ¿Quiénes son los más importantes en nuestra casa?

Vivir en el exclusivismo. Dice el evangelio: “…Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros…”

¿A quién no le gusta sentir que pertenece a la única Iglesia? ¿A quién no le gusta tener criterios válidos para desaprobar a los demás? ¿A quién no le gusta que otros pertenezcan a nuestra Iglesia católica? ¿A quién no le gusta acomodarse a un estilo exclusivo de pensar y de vivir?...
Sin embargo, el seguimiento de Jesús implica apertura a otras formas de ver. Respetar el trabajo que realizan otros que no son de nuestra Iglesia, descubrir que el Espíritu Santo se manifiesta de muchas formas y que existe una única vocación universal que es hacer el bien.
Jesús les dijo: “No se lo impidan, pues quien no está contra nosotros, está a favor nuestro”. Es decir, el estar con Jesús nos permite ver más amplio, siempre y cuando le contemos lo que nos sucede, lo que descubrimos…
Shalom para ti. Un abrazo

sábado, 26 de septiembre de 2009

MARCOS 9, 38-43


Estamos inmersos en un mundo pluralista, por ejemplo vemos en los diferentes campos: muchos partidos políticos, muchas expresiones religiosas, variedades culturales... ¿Qué enseñanzas nos deja el evangelio, para mejorar nuestra vida?

Crecer en el espíritu de Dios.

El Espíritu Santo no tiene preferencias, el trasciende (sopla…) donde quiere y no existen barreras. A veces nosotros simples mortales, nos creemos poseedores del obrar de Dios. Creemos que por estar en la Iglesia católica, nos pertenece toda la revelación… Cuánto nos falta valorar, que en otras religiones también Dios puede actuar, puede manifestarse…
Crecer en el espíritu de Dios es alejar nuestros intereses mezquinos, de autoridad, de exclusividad… y aceptar el proyecto de Jesús (Mc 9,39). Que es ante todo el bien de la persona.

Valorar el bien que hacen los demás.

Nuestra vocación universal es hacer el bien y aquí nos unimos todos (cristianos y no cristianos). Si tenemos esto presente, tendremos más respeto para con nuestros hermanos de otras religiones. Es triste, existen grupos que se hacen llamar “iglesias” y viven echándole el agua sucia a los demás…
Un compromiso de todos sería buscar lo que nos une y proyectarnos al servicio de quienes lo necesitan. Entonces, habrá más paz, más fraternidad, más servicio… Toda persona que obre un bien a los demás, es de Dios y debemos procurar que lo siga haciendo.

Radicalidad en el seguimiento.

Nuestra identidad como discípulos del Señor Jesucristo, tiene que permanecer. Las realidades a veces, para ser testigos y testimonios de Dios, no son las mejores. En ocasiones, por nuestra condición humana, puede más el desaliento, la tentación, el pecado… que la gracia de Dios.
¡Cuánto cuesta mantenernos firmes! Cortar de raíz situaciones, que no nos ayudan en el discipulado. Cuestiones de los sentidos que nos esclavizan, nos quitan tiempo, dinero… La radicalidad en el seguimiento, implica dejar situaciones, aunque no nos guste mucho.

Oración.

Dios Padre-Madre que en todas, en todos y en todo te manifiestas; abre nuestros corazones y nuestras mentes para comprender mejor lo que desde siempre nos estás comunicando, incluso a través de aquellos que te conocen por otros caminos y con otros lenguajes que los nuestros; arranca de nosotros toda tentación de exclusivismo y mantennos dispuestos a ayudar y a dejarnos ayudar en la construcción colectiva de tu Reino. Nosotros te lo pedimos inspirados en Jesús, transparencia tuya. Amén. (Oración tomada de Koinonia)
Un abrazo de oso, Shalom para ti.

lunes, 14 de septiembre de 2009

LUCAS 6, 43-49


Jesús está concluyendo el sermón de la llanura y a esta altura, quienes caminan con él, ya tienen elementos para revisar su autenticidad en el discipulado.
Las palabras no bastan y le presenta tres imágenes: el árbol que se conoce por los frutos, el tesoro desde donde se saca perlas y la casa bien cimentada, todas ellas que hablan de la coherencia de Vida (palabra y obra) y nos invitan a una construcción cristiana más sólida.
Veamos detenidamente tres aspectos y sus imágenes:


1. La sinceridad en el seguimiento. Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa…
Nosotros por ser hijos de Dios somos llamados a dar buenos frutos. No puedo ir a un árbol de naranjas y recoger manzanas. A veces, nos aprovechamos porque hay quienes nos buscan para un consejo, un apoyo… y no encuentran en nosotros, que nos consideramos buenos aquél fruto provechoso. La libertad nos desestabiliza.
Claro que es todo un ambiente que se va creando, y a veces como dice en otro texto, precisamos de limpiar, abonar, esperar un tiempo… Hacer procesos…


2. La obediencia a su Palabra. Del tesoro de nuestro corazón sacamos las perlas que hemos labrado, guardado…
Dos aspectos para revisar en la obediencia: El primero tiene que ver con el acumular. Un ejemplo: el camión de la basura que recoge cuanta porquería encuentra y luego la vota en un lugar. Así aparecen muchas personas, que van acumulando rabias, egoísmos, envidias, rencores… y buscan a quien echarle toda esa podredumbre y lo peor, es que existe quien la reciba, porque están peores o iguales que los primeros… Es la lógica, si se acumula en los tesoros de los corazones perlas de bendiciones, pues salen luego bendiciones y a la inversa igual. Dice la escritura: “De la abundancia del corazón habla la boca”
Un segundo aspecto tiene que ver con la escucha. Dice: ¿Por qué me llaman "Señor, Señor" y no hacen lo que digo? La obediencia tiene que ver con la escucha atenta. Obedecer a su palabra, cumpliendo así con la voluntad de Dios. En la escucha radica el aprendizaje. Somos llamados a escuchar más (Dos oídos y una boca).


3. La solidez. Quien escucha mis palabras y las pone por obra, se parece a quien construye una casa…
Es interesante, para que la casa no se destruya y encontrar seguridad, lo primero que se debe hacer es una excavación profunda, (Si vamos a construir un edificio como el de Colpatria, no le vamos a hacer una base como la de las casas de cartón de ciudad Bolívar). Revisar en el fondo de su corazón, ver lo que hay y sacar lo que no le permite crecer y tiene que sacarlo, porque de lo contrario no se puede echar cimiento, es decir habitar el Espíritu de Dios.
Cuando quitamos los obstáculos y vamos orando… en ese momento estamos construyendo las paredes más sólidas capaces de soportar cualquier viento o tempestad, por muy fuerte que parezca.
Estamos escuchando y poniendo por obra. Y si no, ponemos en práctica la Palabra, entonces toda dificultad, todo tropiezo por pequeño que sea nos va a estremecer y nos va a destruir. Vale preguntarnos: ¿Qué base hemos construido? O mejor ¿qué tanta profundidad le estamos haciendo a nuestra vida? ¿Estamos sacando lo que no sirve para nada? ¿Estamos construyendo para algo grande? ¿Qué tanta solidez tenemos?


Recuerda: los materiales con los que construimos son importantes, porque a ratos creemos construir con lo mejor y resulta que no, pues estamos utilizando imitaciones no sólidas… (Lo barato a veces sale más caro). Más importante aún es construir en la casa eterna.
Un abrazo, Dios te bendiga.

viernes, 11 de septiembre de 2009

LLUCAS 6,27-38


Recordemos ¿Cuál fue la última vez que alguien me hizo daño? ¿Cómo reaccionaste? ¿Cómo es hoy mi relación con aquella persona?

Leíamos en estos días bienaventurados cuando los odien, los expulsen, los injurien… por causa del Hijo del Hombre. De pronto, si nos ofenden, nos calumnian, nos hacen rabiar… son por otras cosas, diferentes de las de Dios, no por causa del Reino. Sin embargo, en tales situaciones ¿cuál debería ser el comportamiento de los discípulos o de los hijos de Dios?

En el texto del evangelio, Jesús va dibujando los distintivos del discípulo, que son muy diferentes del no convertido: (6,31-34). Aman a quienes lo aman, hacen el bien a quienes les hacen el bien, prestan algo a aquellos que se lo retribuyen.

Un distintivo del discípulo es: “ser compasivo, como Papá Dios” ¿Cómo se comporta un hijo de Dios? Pues siendo buenos con todos, porque Dios hace llover sobre justos y pecadores.

Esto es complicado, porque el discípulo no es de piedra. Le duelen las agresiones, las ofensas… es frágil… Vive continuamente en relación con los demás… Es ahí donde debe aprender a vivir desde el reinado de Dios.

Otro distintivo del discípulo es el amor. Ante las agresiones, las calumnias, los sentimientos negativos… el discípulo, al igual que Jesús debe colocar la fuerza del amor.
Dice el texto: “amen a sus enemigos” “hagan el bien a quienes los odien” “bendigan a quienes los maldigan” “Rueguen por quienes los difamen? Todo lo anterior tiene que ver con el amor. Son expresiones para todos los tiempos, que nos ubican en el sentido de relación con los demás, de búsqueda… Quien le falta trabajar más en la conversión, vive diferente: se cierra el diálogo, hace lo menos posible… se pone bravo por nada…

¿Cuál es el secreto para vivir como discípulos?
El reconocer la misericordia de Dios, el amor de Dios… Su compasión. Entonces, empezamos ser hijos en el Hijo. En el texto de hoy hay cuatro imperativos:
“No juzguen” “No condenen” “Perdonen” “Den” Dos formulados negativamente, que pueden expresar impulsos para frenar y los dos en positivo que pueden ser impulsos para manifestar. En todos está la fuerza de voluntad, para controlarlos y refrenarlos.

Cuando el amor está vivo, se superan las situaciones difíciles. Cuando decae el amor así mismo fracasan las relaciones. Si cultivamos acciones de amor, se van aquilatando más y más… en ésa medida realizamos el Reino de Dios. (Comentario basado de un escrito del P. Fidel Oñoro).

Dios te bendiga, un fuerte abrazo

lunes, 7 de septiembre de 2009

LUCAS 6,6-11


«Yo les pregunto está permitido en sábado hacer el bien o el mal? ¿Está permitido salvar una vida o destruirla? La respuesta ya está allí. Lo más importante es hacer el bien y salvar la vida del hermano. Y frente a esto no interesa el día (domingo, lunes…) ni el lugar (templo, la sinagoga, la calle…), ni las demás personas (escribas, fariseos…). Lo que importa es el bien de la persona. El bien de ti José, de ti María, Isabel, Antonio, William…

Se puede decir que todas las religiones buscan orientar hacía el bien a los seres humanos y gozan de credibilidad para llevar a cabo dicho propósito. Es una realidad, si nosotros creemos en Dios, necesariamente tendremos que orientar a los demás hacía el bien.

Hoy es más fácil ver un pluralismo religioso, porque encontramos en internet, en los libros, en los a amigos… información, información… sobre éste asunto. Por ejemplo: el islamismo que con el Corán propone la justicia, la veracidad y las buenas obras… El budismo que propone la superación del dolor humano. El hinduismo el cumplimiento del “dharma” (camino adecuado, camino de grandes verdades) El confucianismo, a veces también llamado confucionismo, que busca preservar el orden cósmico y, consecuentemente el bien del ser humano.

Otras religiones nacidas de la reforma con Martín Lutero, igualmente proponen el bien del ser humano. E incluso todos los nuevos movimientos pentecostales, neopentecostales y demás… también buscan el bien del ser humano.

Se escucha decir en la gente sencilla de nuestro pueblo: “Lo importante es que deje la borrachera, los vicios y cambie realmente su vida” generalmente, no interesa tanto una sólida teología, ni una doctrina milenaria… la gente se va por lo elemental, lo rutinario… busca muchas veces que se le escuche, que se le dé un espacio para aprender, compartir, evangelizar… para convertirse.

Por eso, la propuesta de Jesús, sigue siendo válida. Jesús se hizo cercano (se encarnó) vivió como nosotros, participó de la lectura y explicación de la palabra en la sinagoga. Dio testimonio de su vida con hechos concretos.
Que tenga un maravilloso día, un abrazo

miércoles, 2 de septiembre de 2009

LUCAS 4,38-44


Nosotros pasamos la vida abriendo y cerrando círculos. Dicho de otra forma: culminando acciones y abriendo otras. Por ejemplo: despertamos al amanecer, salimos a las diferentes labores… y al terminar la jornada volvemos a la cama para recuperar fuerzas… Y así, una y otra vez. Independientemente si estamos en un lugar permanente.
Incluso sucede que después de un tiempo, volvemos a repetir lo que ya hemos hecho. Volvemos a dialogar con las amistades antiguas, volvemos al pueblo y sus tradiciones… y en cierta forma recreamos un esquema parecido. A lo mejor cada siete u ocho años.
En general, en el evangelio de ayer y el de hoy, vemos dos situaciones con acciones parecidas: Lucas 4,33-37 y Lucas 4,38-41.

Jesús que está en la sinagoga. Y allí, un endemoniado que gritaba… y Jesús que lo hace callar… llegando así la paz… y los comentarios…

Jesús que está en la casa de Pedro. Y allí, la suegra de Simón Pedro, que está con fiebre… y Jesús que le da una orden a la fiebre… y llegando así la paz... y empezó a servirles.
Más o menos el esquema es el mismo. Y ¿Qué dice todo esto a mi vida?

Jesús interviene a favor del ser humano. Aleja el mal. Nos aleja los demonios y las calenturas. Quiere de nosotros buenos comentarios y buenas acciones, dado que a veces, nuestra dispersión, nuestro dolor nos obliga a permanecer intranquilos y violentos.

Necesitamos reconocerlo como el Santo de Dios, así como aquél hombre de la sinagoga. Precisamos rogarle para que interceda por nosotros, así como aquellos amigos que piden por la suegra de Pedro.
Señor Jesús, nosotros a veces nos encontramos en el templo y nuestra vida es un caos. Permite Señor que haya unidad en mi vida y en la de mis hermanos.
Señor Jesús, otras veces nos encontramos en casa e impedidos para servir. Impón tus manos sanadoras para que nos liberemos de tantas ataduras.
Y por último Señor, ilumina y fortalece a quienes en éste momento, se sienten impedidos por tantas cosas que solo tú sabes Señor…
Un abrazo, que tenga un resto de día esplendoroso.

jueves, 20 de agosto de 2009

MATEO 23,1-12


Existen acontecimientos que son escándalo, para quienes están en el camino de Dios. Son situaciones que nos dejan mucho que pensar y hasta solemos expresarlo: si aquél lo hizo ¿Por qué yo no?... Ve éste lo que hizo y ahora, lo ubican en una mejor comunidad… Comentarios vienen y comentarios van… Nosotros como discípulos del Señor, somos llamados a ser mejores que nuestros papás, que nuestros profesores, que nuestros formadores… De ésta forma debería avanzar el mundo.
En él texto de hoy, Jesús nos invita como discípulos suyos a nuevas actitudes.

Que saquemos el lado bueno de las situaciones.
Si existen quienes dicen una cosa y hacen otra; en los discípulos del Jesucristo, no debería pasar lo mismo… Jesucristo nos invita a ser coherentes y dar un mejor testimonio. Nos llama a que cumplamos lo dicho. Que practiquemos lo bueno que veamos de los demás.
Si conocemos a quienes imponen cargas pesadas a los demás… nosotros como discípulos del Señor nos corresponde hacer la diferencia… Si los otros, no mueven un dedo… Nosotros deberíamos estar disponibles para solidarizarnos con los necesitados…
Si conocemos a quienes son pantalleros, que obran para que los vean… “alargan las filacterias…” Les gusta ocupar los primeros lugares… que los saluden… (Que no dan, ni un buenos días…) Como discípulos de Jesucristo, somos llamados a cambiar ésta realidad, creando un mejor ambiente.

Que nos llamemos hermanos.
En otra parte del evangelio dice: “si los jefes de las naciones los tiranizan… No debe ser así entre ustedes”. Las relaciones humanas entre evangelizados y evangelizadores son diferentes… porque somos hermanos en Cristo, y porque contamos con Padre común, que está en el cielo.

Que acudamos a Cristo como nuestro guía.
Jesús nos enseñó que quien quiera ser el más grande (el más importante), tiene que hacerse el servidor de todos… Jesús nos enseñó que a veces, tenemos que rebajarnos… doblar la hoja… bajarnos para que el hermano crezca…

En conclusión, Jesús nos prepara, porque sabe que nos vamos a encontrarnos con situaciones adversas. Estas nuevas actitudes de acoger solo lo bueno que hay en los demás, de tratarnos como hermanos y de acercarnos a Jesucristo como nuestro guía, nos llenan de consuelo, porque indican que estamos en camino de crecimiento espiritual… y aunque conozcamos mucho de la Palabra… podemos estar cometiendo desfases… con grandes repercusiones es la vida de nuestro pueblo… Y nos llena de esperanza porque Jesucristo es nuestro guía…
Dios te bendiga, que tenga un esplendoroso día, un abrazo

miércoles, 19 de agosto de 2009

MATEO 22,1-14


Jesús habló a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo… Hoy nos habla a nosotros porque también conoce que sacamos justificaciones y evitamos comprometernos, en la construcción del Reino de Dios. Dos perspectivas para tener en cuenta: La de Dios y la de nosotros.

Dios nos sigue llamando, insistiendo...
Una y otra vez… No se cansa. Nos invita a compartir y a degustar en comunidad sus alimentos, que son vida para nosotros… Dios se vale de las personas, de los acontecimientos… para mostrarnos todo lo que ha preparado… lo que nos pertenece. Dios ha cuidado que sea una cena especial: Terneros gordos… para nosotros sus invitados.

Algo parecido sucede cuando una madre, separa el mejor alimento para sus hijos… y hace especial la ocasión de la cena… Así, es Dios crea todo un ambiente y nos involucra en él… Quiere que compartamos y luego demos testimonio de lo vivido, porque se trata del Reino de Dios.
Dios es constante en su llamado, no le importan nuestros pecados, o nuestras bondades… nuestros oficios, condición social, económica, cultural… nos quiere cerca suyo compartiendo en la abundancia. Es compartir con él de lleno. “No es estar por estar”. El Señor nos conoce, sabe lo que hay en nuestro corazón, sabe nuestras intenciones… Ese es “el vestido de fiesta” nuestro único requisito para pasar junto a él, y tiene que ver con nuestro corazón, con nuestra sinceridad de merecer, de querer estar con él…

Excusas y más excusas.
Nosotros somos expertos para evadir las responsabilidades, nos justificamos echándole la culpa a los acontecimientos, a las cosas o a las personas. Decimos: es que… no puedo asistir porque tengo… estos estudios, estos negocios… no tengo tiempo... Lo que es peor, nos apartamos y nos refugiamos en la agresividad, en la violencia, la muerte… Porque lejos de Dios somos otros. Y así, nos condenamos con nuestros actos depravados…
Dios sigue insistiendo y nosotros seguimos disculpándonos… Lo que pasó fue que me cogió el sueño… ¡qué pena!… no me di cuenta creí que era el viernes… es que he estado muy ocupado… en vueltas y vueltas…
Es común encontrar aquellos personajes escondidos en las labores, corriendo de un lado para otro… Me pregunto ¿Y las personas? ¿La atención pastoral?... No todo es ocupación, también es fiesta, es banquete, es boda… En fin… Son muchos los llamados y pocos los escogidos.
Dios te bendiga, un abrazo.

martes, 18 de agosto de 2009

MATEO 20, 1-16


Tres palabras para contemplar, y que tienen mucho de nosotros.

El propietario. Es un Señor bueno, que tiene bastante empleo para todos, que invita personalmente a trabajar en su viña, es justo…

La viña. Es imagen del Reino de Dios. La viña de nuestro tiempo es la familia, la ciudad, el mundo de los comerciantes, de los políticos, de los transportadores, del colegio, la universidad… Porque necesitamos que todos esos campos sean evangelizados…

Los Jornaleros. Son voluntarios (desocupados), que responden al llamado y trabajan a diferentes horas. Esperan un salario bien remunerado, algunos murmuran, otros son desagradecidos… Los hay por montones…

¿Qué aplicaciones saco del texto?

Dios piensa distinto de nosotros.
Dios en su inmenso amor nos llama a una misión particular. Nos convoca como hijos o empleados (el puesto cada quien se lo coloca), para desgastarnos en la labor de la viña. Podemos trabajar mucho, someternos al sol de medio día y terminar la tarea entrada la media noche o de madrugada y acabar cansados. Y podemos esperar la mejor nota, el mejor salario, la mejor recompensa, o el reconocimiento oportuno. Sin embargo, la remuneración justa solo la coloca Dios. El sabe, él hace las cosas bien... Nos podemos preguntar ¿Por qué me pasa esto Dios mío? Recuerde: Dios no se equivoca, hace las cosas bien. Y si en éste momento está con aquella realidad, es por algo. En otra parte de la escritura dice: “Dios quiere lo mejor para el bien de quienes lo aman”. Acerquemos a él con confianza… porque es generoso, nos recibe por igual… o cuando sea necesario (en su tiempo) nos llamará al descanso...

Nunca es tarde para servir al Señor.
Cada uno de nosotros es convocado a diferente hora y posee algo que aportar a la labor de la viña... De pronto la alegría, los chistes, la facilidad para hacer amigos, la responsabilidad, los estudios… En misiones lo vemos palpable, todos sirven de de alguna manera. No interesa la edad. Hay quienes Dios los llamó desde niños, a otros ya jóvenes o adultos y a otros ya ancianos. Todos somos importantes para la construcción del Reino. Dios siempre está llamando y nos muestra su justicia, ésta en nosotros que desde nuestra libertad lo descubramos y nos convertirnos a su amor...
Vale la pena preguntarnos: ¿De qué manera estoy respondiendo a su llamado? ¿Qué cualidades coloco al servicio del Reino? ¿Para qué viña estamos trabajando? ¿Quién es realmente nuestro Patrón?...

Oración
Papito Dios, gracias porque nos convocas personalmente y a diferentes horas, para construir tu Reino. Gracias porque para ti, todos somos muy importantes, Gracias porque nos expresas tu justicia, tu amor y nos muestras que las situaciones son distintas con tu Santo Espíritu. Gracias porque nos permites vivir en fraternidad como hermanos en tu viña. Ayúdanos a sembrar desde nuestro presente, en tu viña celestial…
Un abrazo de oso.

lunes, 17 de agosto de 2009

MATEO 19,16-22


Suena un poco contradictorio el texto de hoy, porque presenta a un joven rico preguntando por la vida eterna.
Los ricos por lo general, tienen sus corazones en los bienes; están continuamente aplicando su tiempo, su energía y su dinero de la manera más eficiente y buscando la forma de crear riqueza… En general el más allá, la vida eterna poco les suena.
Los jóvenes con dinero, por lo general, lo que buscan es vivir el momento actual… De éste texto podemos sacar la siguiente enseñanza:

En ciertos momentos necesitamos de Jesucristo.
Podemos gozar de una estabilidad económica, en la que tenemos todo: en cuanto a salud, alimentación, vestuario, familia, amistades… Como dijo alguien: “ustedes viven como reyes… ¿Qué más le piden a la vida?... Si lo tenemos todo pero necesitamos de Jesucristo… sin él, sin su misericordia, ni su amor… nuestra vida no tendría sentido… El joven rico podía tenerlo todo, pero algo le faltaba por eso recurre a Jesucristo, y le expresa sus inquietudes…

En ésta tierra algo nos falta.
Añoramos algo más… el dinero no lo es todo. Da la impresión que nada es perfecto en éste mundo. Encontramos hogares que gozan de lo material, pero les falta Dios. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? Y viceversa, quienes tienen a Dios, ganan en lo espiritual y necesitan los bienes para vivir mejor. La vida es compleja. Vivimos una realidad y añoramos otra. Nos falta algo… Lo más importante es que estamos en búsqueda, contamos con Jesucristo…

Gozamos de la libertad para elegir.
La sociedad de hoy es bastante llamativa y el proyecto de Jesús es desafiante, en cualquiera de los campos. El proyecto del Reino va más allá de guardar los mandamientos, implica desapego de todos los bienes materiales y presentarlos al servicio a los más necesitados desde el corazón… no desde la ley.
El joven rico decidió y se fue triste… En momentos es complicado decidir, porque queremos bienes mayores (espirituales) y los bienes materiales… queremos el sacerdocio y queremos una vida de pareja… Y las decisiones se enmarcan en una estructura de sociedad, de Iglesia… Implica muchos aspectos… Lo ideal sería, decidir desde Jesucristo y comprometernos con los necesitados, en la vida que estemos: como pareja, como religiosas…
Un abrazo, Dios te bendiga…

jueves, 13 de agosto de 2009

LUCAS 24, 1-8


Lo que tengo que decirles lo han oído muchas veces, por eso; pido que tomen en serio lo que les voy a decirles...

Con lo que voy a decirle, su vida será nueva, empezarán a vivir de una forma distinta, la rutina diaria tendrá una profundidad desconocida, las celebraciones religiosas les traspasarán el alma, la alegría que nadie puede quitar será su huésped, incluso la muerte será una puerta llena de posibilidades, la vida será una ruta acompañada por la esperanza, la misma enfermedad tendrá sentido…

También es necesario que el Señor esté con ustedes... Para ello, les pido que levantemos el corazón hacía Jesucristo... y demos gracias al Señor… En un momento de silencio.

Hermanos, esto es lo que hoy tengo que decirles: Jesús de Nazaret, el hijo de José y de María, el muerto injustamente y sepultado, ¡¡Ha resucitado y vive para siempre!!! La muerte ha sido vencida: el muro impenetrable, la oscuridad existencial, el mal constante que nos envuelve, la queja permanente... no son verdad del todo.
Alguien ha roto el misterio, ha trocado la noche en aurora luminosa, ha iniciado una nueva creación. Óiganlo todos: ¡Cristo ha resucitado!
Ustedes jóvenes, que les asusta la dureza de la vida: Cristo resucitado fortalece su rebeldía contra la injusticia.

Ustedes padres y madres de familia, Cristo vivo resplandeciente en el amor fiel que se tienen, iluminándolos y sosteniéndoles en la entrega generosa a sus hijos.
Solteros y solteras, Cristo resucitado los hace fecundos, pone en sus manos otro modo de crear vida, construye otra familia no según la carne y la sangre, sino en el Espíritu de hijos y hermanos.
Adultos mayores, Cristo resucitado vive con ustedes, no permite que se reseque su alma, con Él hasta el final llegarán llenos de vida.

Ustedes, enfermos, Cristo vivo está con ustedes en la cruz de su dolor, con ustedes se pone en las manos del Padre, con ustedes cruza la frontera de la vida sin fin.
A todos los necesitados, Cristo resucitado, está animando su lucha por salir de la miseria, por lograr que les respeten y los escuchen; Él está dentro de ustedes y se identifica con todos.
Ustedes, quienes luchan por la justicia, la libertad, el amor, y la dignidad de todo ser humano, sepan que Cristo resucitado los está sosteniendo, les patrocina la tarea, les asegura que resucitarán y su vida será todo un éxito.
Hermanos: Cristo, el amigo de los niños, el que perdona a la adúltera, el cercano a los enfermos, el que se sienta con los pecadores, el que quiere a las prostitutas, el que acepta a todo ser humano... resucitado, sigue haciendo lo mismo. Acercarse a su presencia; creamos en él, enciendan las velas en su vida resucitada. Vengan y vean, experimenten una vida nueva... Un abrazo y que tenga un día esplendoroso.

miércoles, 12 de agosto de 2009

LUCAS 9,43b-45


De pronto has han jugado aquella dinámica en la que debemos identificarnos con un animal. Hagamos una prueba… ¿Con qué animal se identifica?... y piense por un momento, porque razón escogió ese animal y no otro. A lo mejor dicha identificación tiene mucho de ti… Todo tiene su lógica…
Recuerdo que cuando realicé la dinámica, me identifiqué con el águila, porque vuela alto y porque tiene una gran visión. Jamás me había imaginado que el evangelista Juan, lo identificarán con el águila.

Una vez llegó a mis manos una lectura sobre el águila real y me impresionó mucho. (La estuve buscando por internet pero no la encontré) Voy a contarle lo que me alcanzo a acordar. El águila real es una de las aves de mayor longevidad ósea que puede durar muchos años de vida.

Es un ave que cuando llueve, suele aprovechar la gravedad para subir hasta traspasar las nubes. Cuando cumple aproximadamente 40 años, sufre una transformación radical de su vida (claro que en nosotros los cambios hoy ya se están dando a más corto tiempo).

El águila cuando cumple más o menos 40 años, si quiere vivir otros 40, tiene que iniciar un proceso doloroso. Tiene que irse a un lugar solitario (quizás una roca, en un picacho), allí con su pico empieza a sacarse cada pluma de su cuerpo y lo mismo hará con las uñas encorvadas y pesadas, luego deshace su pico contra una roca, para que le salga uno nuevo… esta es la única forma de seguir viviendo, porque podrá cazar de nuevo y volar nuevamente.

Primera enseñanza: A nosotros nos queda hoy apartarnos a un lugar tranquilo (puede ser el templo) y dejar todo con el dolor del alma, lo que nos oprime… (Entregarle a Dios todo), para empezar a ser seres humanos nuevos.

En el evangelio de hoy Jesús le dice a sus discípulos: “Escuchen y recuerden lo que ahora les digo: el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, pero ellos no entendieron estas palabras…”

Jesús ante todo quiere que nosotros sus discípulos guardemos especialmente el pasaje de la cruz, porque dice: “el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres” El va a ser persona resucitada, nueva…
A veces nosotros sufrimos más de la cuenta (por las razones que sean), porque nos olvidamos del pasaje de la cruz…

A veces nosotros sufrimos la ruptura fuertemente, porque nos olvidamos que necesariamente tenemos que pasar por la cruz, para alcanzar nueva vida…

A veces nosotros sufrimos porque vemos la vida parcializada y nos olvidamos que la vida es un proceso integral… Miremos a Jesús: compartió con las personas, realizó la oración personal en el huerto, luego llegaron los padecimientos, los reproches, los insultos, los silencios… hasta llegar a la muerte de cruz y a la resurrección.

Segunda enseñanza: El tener nueva vida resulta de todo un proceso de desprendimiento, de dolor, pero sobre todo de mucho amor. (Es todo lo que implica la cruz). Bendito seas Señor Jesucristo, porque nos regalas la oportunidad de morir a las cosas del pasado, de hacer los procesos en comunidad y de renacer nuevamente. Bendito seas Señor Jesucristo, porque aunque a veces, nuestra humanidad pesa tanto en nosotros, que nuestras fuerzas parecen inútiles… y nos parece imposible superar nuestras debilidades... Entonces, apareces con tu vida enseñando que es posible mirar distinto desde el amor. Bendito seas Señor Jesucristo, porque nos concedes la libertad para que cada uno de nosotros pueda decidir, entre lo que nos propones como camino de vida…
Bendito seas Señor Jesucristo por éste momento histórico…
Que tenga un día esplendoroso… Un abrazo.

martes, 11 de agosto de 2009

LUCAS 8,16-18

"Es noche cerrada y la calma reina sobre la oscura bahía; una barca suelta amarras, se desliza lentamente y va dejando una estela luminosa tras de sí. Cuando el barquero agita los remos, de la superficie saltan chispas azules y verdes. Comienza a llover y cada gota enciende nuevas y minúsculas luces sobre la lámina de agua, que a los pocos segundos resplandece iluminando la escena con miles de brillos refulgentes... "

Estos "efectos especiales" se producen de manera natural en algunos, escasos, puntos del planeta, como en la Bahía de Puerto Mosquito, en Puerto Rico, convertida en atracción para curiosos y en objeto de estudio para científicos.

1. Emitir luz. Tan grandioso espectáculo es posible gracias a la propiedad de emitir luz que poseen ciertos microorganismos que pueblan sus aguas. La propiedad es conocida en el reino animal como bioluminiscencia y, en este caso concreto, los productores de la misma son algunos protozoos que reaccionan de esa manera, "encendiéndose", al ser mínimamente agitados.
¿Por qué hago alusión a estos microorganismos? Porque nosotros al igual que ellos tenemos la misión de ser luz.
El Papa Juan Pablo II en una alocución a los jóvenes expresó:
«En el contexto actual de secularización, en el que muchos de nuestros contemporáneos piensan y viven como si Dios no existiera, o son atraídos por formas de religiosidad irracionales, es necesario… ¡Que el Evangelio sea el criterio que guíe las decisiones y el rumbo de nuestra vida! De este modo se harán misioneros con los gestos y las palabras y, dondequiera que trabajen y vivan, serán signos del amor de Dios, testigos creíbles de la presencia amorosa de Cristo. No lo olviden: ¡“No se enciende una lámpara para ponerla debajo del celemín!”(Mt 5, 15)».
En otras palabras está diciendo, que existen múltiples formas de vivir en esta sociedad hedonista, consumista, secularista… pero nosotros debemos tener como criterio el evangelio para iluminar nuestras realidades.

2. Para emitir luz. ¿Qué condiciones son necesarias?
Siguiendo con los microorganismos. El hábitat especial y cálido que conforma la Bahía, protegido de corrientes y mareas, libre de contaminación y de predadores y con gran cantidad de nutrientes, permite a estos organismos formar altas concentraciones y hacerse así claramente visibles en la oscuridad y ante cualquier movimiento de las aguas.
- Yo creo que el existen ciertas condiciones para nosotros ser luz en el mar de oscuridades de la sociedad. Aunque sean condiciones de momentos. Ejemplos: la oración, el silencio, la fraternidad… son medios… luego, la posibilidad de compartir esa luz…
Es algo curioso, los judíos tenían la lámpara como un objeto ritual que está prohibido apagarla, por eso se habla de esconderla debajo de la mesa y de mostrarla…

3. Otros también son transmisores de luz.
Siguiendo con los microorganismos. El fenómeno de emitir luz no es propiedad exclusiva de los organismos unicelulares, sino que se da en otros muchos seres vivientes: bacterias, algas, hongos, insectos, peces, medusas, cangrejos, corales, moluscos e incluso algunos tiburones. Aunque los ecosistemas marinos, donde la luz escasea y les permite brillar en todo su esplendor, son la residencia preferida de estas criaturas, también se encuentran seres capaces de emitir luz en otros hábitats. Es el caso de las familiares luciérnagas, algunas lombrices, algunas moscas, algunos ciempiés, algunos tipos de caracol, ciertos hongos…

- Para nosotros no es ajena la situación que cada día surgen nuevos movimientos y centros que buscan ganar adeptos y se muestran como una alternativa de luz para los enfermos, los viciosos, los tibios de nuestra iglesia católica… Lo feo es que muchas veces desacreditan a la Iglesia Católica y demás… ¿Qué consejos damos a los demás? ¿Qué experiencia de Dios mostramos?...
- ¿Cuál será su finalidad? Atraer los insectos y alimentarse de ellos, reproducirse o multiplicarse y de esa forma se pueden defender mejor de sus posibles enemigos…
/Para atraer a sus presas y obtener así su alimento, algunos peces y algunos insectos utilizan su capacidad bioluminiscente como señuelo, mientras otros la usan como linternas que iluminan a su víctima potencial y al deslumbrarla anulan sus defensas. También para escapar de los depredadores la propia luz resulta de suma utilidad para ciertos peces, calamares y camarones, al usarla como trampa para confundir al atacante en horas diurnas, camuflándose con el brillo solar y difuminando así su propia sombra.

4. ¿Qué podemos sacar de todo esto?
Observando la cantidad de luz emitida por bacterias luminiscentes es posible determinar el grado de contaminación de las aguas, ya que la propia contaminación destruye a esas bacterias que emiten luz. A partir de ahí, se puede calcular también el peligro de los contaminantes para otros seres vivos que habiten en dichas aguas.
En el campo de la medicina también se ha desarrollado ensayos con marcadores de bioluminiscente para detectar infecciones, drogas, virus etc., en lugar de los marcadores radiactivos que se venían utilizando hasta ahora, mucho menos inofensivos.
Que debemos andar en luz, es decir, debemos ser totalmente íntegros, transparentes y honestos, porque todo lo que hacemos, decimos o pensamos saldrá a la luz. Que debemos escuchar muy bien lo que el Espíritu Santo nos comunica, para transmitirlo a los demás...
Así de la mano de este fenómeno natural que va mucho más allá de la contemplación turística de una hermosa bahía sembrada de luz, pasamos a la realidad diaria de que cada día precisamos colocar la luz en la mesa, para que alumbre a quien lo necesite.
Dios te bendiga, un abrazo.

lunes, 10 de agosto de 2009

LUCAS 12,13-21


Dios quiere que nosotros desarrollemos nuestras capacidades… y demos frutos buenos a este mundo. Dice la palabra: al que tiene se le dará… y lo invita también a compartir la cena en el gozo del Señor…Es imposible que Quien nos regaló la capacidad de soñar, nos deje sin la capacidad de hacer realidad esos sueños.

En el texto de hoy vemos a un hombre rico, es decir una persona que creyó en sus capacidades y las sacó adelante, que vio oportunidades de negocio y los ejecutó, que fue constante y responsable ante lo suyo, que se asoció con personas que sabían de la agricultura, del comercio… y que le estaba yendo muy bien.

Para actualizarlo a nosotros, hagamos de cuenta que es un hermano tiene capacidades para los medios de comunicación, que ha logrado vender muchos libros, reunir mucha gente… que tiene visión de futuro, que quiere quitar ciertas estructuras, tumbar ciertos graneros para construir unos más grandes… en fin… tiene unas propuestas interesantes.

¿En qué le llamaría Jesús la atención? Veo que Jesús le llamaría la atención en lo referente a:

Acumular para sí mismo y evitar compartir con los más necesitados.
Aquí voy exagerar un poco, porque de pronto se da en otras partes, pero en nosotros no. Sobre lo que acumulamos y evitamos compartir:
Tiempo: Podemos afirmar: “no tengo tiempo” para acompañarte al bazar, para reemplazarte en la catequesis o en la cocina, o en este momento me es imposible escucharte, lo que pasa es que estoy haciéndole al trabajo de grado…
Cosas: Voy a cambiar ésta USB por otra mejor, pero no se la presto porque me la llena de virus… Me voy a comprar una cámara, pero es solo para mí, los demás si quieren tomar fotos que compren una también...
Cualidades: Se escuchan expresiones como: “Yo sé inglés” los demás que se defiendan como puedan… “Gracias a Dios, conozco del tema, los demás son unos brutos… (Anulando la posibilidad para que los demás saquen a relucir sus talentos…)
Caprichos: Bueno yo pienso estas cosas pero, mejor evito formar problemas. Tengo una idea interesante, pero mejor la guardo, porque de todas maneras ellos y ellas hacen lo que quieren…

¿Cuál es el justo medio entre lo necesario y lo acumulable?
1. Creer que las cosas nos dan la felicidad y pensar que van a durar toda la vida.
A veces creemos que las cosas nos dan la felicidad. Una vez un señor comentaba: “Sería feliz si tengo un carro último modelo… Sería feliz si construyo una casa hermosa… Sería feliz si consigo la mujer de mis sueños… en eso se encontró una bolsita con unas piedras y empezó a lanzarlas al mar. Sería muy feliz si tuviera dinero y pudiera viajar a muchas partes del mundo. Llegó a su casa y ya le quedaba solo una piedra la miro y era un diamante…” ¿se imagina cuántos diamantes lanzó al mar?

Así es nuestra vida añoramos lo que puede llegar a ser y evitamos vivir nuestro momento a intensidad. Este puede ser un pecado, del cual no nos hemos confesado: “Añorar lo que no somos, ni tenemos y nos olvidamos de vivir el hoy a intensidad” Seguimos votando diamantes.

Llegamos a decir esta familia vive bien, tienen buena casa, buen empleo, se ve que se quieren mucho… Solo que esto lo vemos por encima, porque al mirar sus vidas de cerca, encontramos que tienen también dificultades. Hay quien tiene una enfermedad irremediable, algún familiar secuestrado, discusiones, divisiones… Por lo general, están apartados de la oración…

Recordemos: solo Dios basta. Solo Dios nos concede la verdadera vida mediante su Espíritu. Vida plena en cualquiera de los llamados de Dios: como matrimonio, como consagrados o laicos comprometidos.

2. Entregar el corazón a lo material y olvidarse de la trascendencia.
Hay quienes se rebuscan el dinero a nombre propio y hasta con unas formas bastante creativas: qué por el aceite o la cruz tal que tiene propiedades… (e inventan esas propiedades). Tanto dinero, que el bono mensual para una persona necesitada tanto dinero… Que vamos a hacer un reinado de niñas y la que más recoja plata le vamos a dar un premio...
Cada vez queriendo llenar sus vidas con actividades (eventos, viajes…), cosas y dinero, cómo queriendo llenar vacíos existenciales… y huir de de la confrontación personal. El asunto es que por dinero, se llega al engaño… la muerte…

Afortunadamente existen también ejemplos que nos orientan para guardar distancia con ciertas formas de consumismo, de poder, de placer, de tener…
Dios bendiga su vida… Un abrazo.

sábado, 8 de agosto de 2009

LUCAS 13, 1-19


A veces nos encontramos con alguien que empieza a contarnos un sinnúmero de cosas, para que nosotros tomemos partido y le digamos... “pobrecito” “usted tiene toda la razón”... es que esos desgraciados se portaron mal... Y resulta que, nuestra balanza se puede inclinar más para un lado... También existen quienes en ése momento se les facilita dar un mensaje cuestionante y acertado.

Así pasa con Jesús el sabe dar al punto, en el evangelio de hoy los discípulos le cuentan sobre la masacre de los galileos obrada por Pilatos (13,1-3) y esperan de Jesús una respuesta que vaya a favor de los paisanos galileos. Jesús lo que hace es aprovechar la ocasión para llamar al arrepentimiento, a la conversión de corazón. Dice Jesús: “Si no se convierten, todos perecerán del mismo modo” porque tanto los galileos que estaban en manifestación en el templo, como los soldados romanos que los incursionaron eran unos violentos. Jesús los llama a la conversión, mediante la parábola de la higuera. Veamos:

Todos tenemos un tiempo para dar fruto. La higuera tiene dos cosechas al año, (la primera sale la breva y en la segunda el higo). Esta higuera lleva tres años y ningún fruto a la vista.
Este padre de familia lleva quince años de casado y su vida transcurre sin mayores frutos, a veces estamos como la higuera vegetando en nustra familia, en la empresa, el estudio, la vida religiosa... el viñador nos sembró en buen lugar, dice el texto en el centro de la viña, es decir tiene un lugar especial en la comunidad, es la niña de los ojos como diría san Alfonso...

Todos tenemos una nueva oportunidad. En la Iglesia católica, en la familia, en la empresa, en la universidad, en el seminario... contamos con personas que nos apoyan, contamos con un ambiente adecuado para ir poco a poco superando debilidades y tendencias... (El ambiente también lo hacemos nosotros). Personas que están ahí en la clandestinidad, pero que en su momento salen a relucir y nos apoyan, defienden... Dirían demosle la “última oportunidad”, seis meses más (un tiempo) mientras iniciamos un proceso... Le buscamos un sicólogo, un siquiatra, un sacerdote... Para que así, escabando los túneles y guaridas oscuras... con un revolcón pueda que cambie... y sea un mejor padre de familia, empleado, empresario, estudiante, religioso...

Invitaciones finales.
*Nosotros como jardineros y seguidores de Jesucristo, debemos comprometernos unos con otros y hacer todo lo posible para que la higuera fructifique, para que todos en comunidad de vida nos arrepintamos y nos convirtamos de corazón...
* Nosotros como jardineros y seguidores de Jesucristo, debemos ser pacientes y compasivos... “Haz lo que quisieras que te hicieran”.
* Nosotros como jardineros y seguidores de Jesucristo debemos reconocer que nuestra vida es un proceso, primero semilla, luego tallo, después espiga y por último cosecha abundante.


Oración: Señor, si estamos ocupando espacio de balde en tu viñedo, pódanos con tu gracia y regálanos una oportunidad y un tiempo más para cultivar mejor nuestra semilla.
Dios te bendiga, con un día esplendoroso.

viernes, 7 de agosto de 2009

LUCAS 10,17-24

Todos hemos sentido de alguna manera, el gozo que se siente cuando se hacen las cosas bien. Y ese gozo si es acompañado de sacrificio es más gratificante y duradero. ¿Qué sacrificios? Pues, contar con lo básico y la asistencia de Dios “No lleven bolsa, ni alforja, ni calzado...” Viviendo con espíritu de desprendimiento: “Deja que los muertos entierren a sus muertos… y anunciando el reino de Dios”...

Volvieron los setenta y dos con gozo,...
Así que, a pesar de las difíciles condiciones que la vida ofrece y Jesús presenta, a pesar de haberles enviado como corderos en medio de lobos, los discípulos vuelven llenos de gozo…

Fijémonos que las realidades difíciles que encontramos para servir, son para hacer nuestra vida más plena… Es claro, que nos cuesta despojarnos de determinadas cosas, porque estamos tan acostumbrados a ellas, que las sentimos como esenciales para nuestro bienestar. Parece que a los únicos que les gusta el cambio, son a los niños cuando se poposean, aunque algunos son felices con la mierda… (El pecado…).

Jesucristo nos deja con lo imprescindible para que podamos caminar con desenvoltura a su lado y podamos encontrar lo verdaderamente importante. Solo que nosotros nos cuesta verlo de esa manera y seguimos impresionados por el éxito de la misión… veamos:

Los discípulos dicen: ...Señor, aun los demonios nos obedecen en tu nombre.
Es decir, hemos conseguido una hazaña muy importante, en el nombre tuyo. Hemos derrotado, doblegado… las influencias espirituales malignas… con la Palabra de Dios en la mano... Y esto, nos produce gozo, dado que servimos a la comunidad…

¿Qué tiene que decir Jesús ante esta experiencia de los discípulos?
1. Jesús confirma la experiencia de poder que han tenido. Y les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” Es decir, mientras ustedes derrotaban a los demonios, yo veía a su jefe ser expulsado del cielo.

Jesús había percibido la derrota de los poderes demoníacos mientras ellos actuaban, es así que sabemos que los discípulos no estaban exagerando en nada, habían experimentado un poder extraordinario…

2. Jesús les recuerda su poder: Les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones, y poder sobre toda fuerza del enemigo, y nada los dañará...

3. Jesús comenta que tiene algo muy importante que añadirles, no para quitarles su gozo, sino para que su gozo, esté cimentado en algo mucho más sólido e importante: “…Alégrense no porque los espíritus se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres estén escritos en los cielos...”

¡Esto sí que es una fuente sólida de gozo! Jesús mismo nos advierte que se pueden realizar grandes servicios, en su nombre, pero nunca haberle conocido. Recordemos aquel texto: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad… (Mateo 7:22-23).

CONCLUSIONES
¡Ojo! Hacer obras de caridad, evangelizar… son gozos pasajeros. El gozo eterno es estar inscritos en el libro de la vida. De ahí que permanezcamos enfocados en lo más importante, la salvación.
Dios te bendiga, un abrazo de oso.

miércoles, 5 de agosto de 2009

LUCAS 12,49-53


Cada uno de nosotros, de alguna manera lleva por dentro una cruz y no es fácil comunicarla, se necesita valor, confianza, gracia… En ése camino… Jesús va enseñando a sus discípulos y les comunica su la pasión y sus consecuencias.
En ese camino Jesús percibe su misión y destino a partir de dos imágenes contrapuestas: el fuego y el agua.

El Fuego.
En la historia de la humanidad el fuego ha marcado una grande diferencia. Las tribus sedentarias con fuego se volvieron nómadas, el fuego les cambio la manera de vivir y de estar en el mundo… Y también a nosotros nos ha cambiado. No es lo mismo vivir en Puerto Carreño (Vichada) dónde el sistema de alumbrado funciona algunas horas, que vivir en Bogotá donde es permanente el sistema de alumbrado. Nos cambia la hora de dormir, de cenar…

En la mitología el ave fénix renace de las llamas. Se me ocurre pensar que es imagen de purificación, de nuevo nacimiento, de inmortalidad, de vida…

En la Biblia: Se nos habla de lenguas de fuego en pentecostés, de los sacrificios y las ofrendas (humo, signo de adoración), de la zarza que ardía sin consumirse, que no se prende una luz para colocarla debajo de la mesa, sino para que alumbre a todos, del trigo que va al granero y la maleza al fuego. En el pasaje de los discípulos de Emaús: “no ardía nuestro corazón”… El fuego como señal de la presencia de Dios, que une, guía, ilumina, purifica, fortalece…

En nuestros días: vemos autos con llamas de fuego, niños de la Infancia misionera, que cantan: “Fuego he venido a traer a la tierra…” La llama olímpica… De alguna manera nos relacionamos con el fuego, porque sus cualidades, se parecen a las nuestras: dinamiza, transforma, calienta apasiona, es radical…

El texto dice: “He venido a traer fuego a la tierra” Posiblemente se esté refiriendo al fuego purificador de la humanidad que es símbolo del juicio de Dios. Como el fuego que hizo caer el profeta Elías en el monte Carmelo, para que se decidieran entre Baal o Yahvé.

Relacionando con la misión de Jesús: es traernos ese fuego abrazador que nos impulsa a llevar buenas noticias, a iluminar la vida de quienes lo necesitan… En otras palabras es ser luz en éste mundo de oscuridades…

El Agua.
Es signo de muerte y de vida. Jesús será sumergido en las aguas profundas. Un bautismo de la muerte, dice: “… y que angustiado estoy hasta que se cumpla” no está queriendo decir que quiere morirse rápido, sino que su mayor deseo en la vida es llevar a cabo el destino asignado por el padre Dios.

¿Cuál es la enseñanza para sus discípulos?
Con estas dos imágenes Jesús quiere mostrar a sus discípulos que en la vida de seguimiento hay conflictos, que hay quienes viven en una vida nueva y quienes todavía requieren dar el paso a la conversión. Somos llamados a traer fuego a éste mundo, que para llevar a cabo el encargo de Dios, precisamos sumergirnos en el bautismo, al igual que Jesús...

Nosotros al escuchar esta palabra podemos presentar dos actitudes:
1. Actitud de esperanza. Porque es posible superar los conflictos mediante el fuego del Espíritu, la muerte al pecado y el nacimiento por el agua a una vida nueva, así como Jesús nos mostró y nos sigue hoy indicando.

2. Actitud de desesperanza. Porque a veces buscamos a Jesús de una manera acomodada y egoísta, para que nos conceda la paz, la alegría, y buenas bendiciones… y nos estrellamos, porque la vida es de otra forma…

Sobre lo anterior una señora comentaba una vez: “yo estoy aburrida… vengo a la iglesia, porque supuestamente aquí hay paz, pero me equivoqué, ahora veo que ellos tienen más problemas que los míos…mejor me voy a otra parte...” Igual nos puede pasar con nuestra vida, tenemos algún inconveniente y renegamos, protestamos, nos vamos…

El hecho que estemos en la Iglesia, en la oración… no significa que se acabaron las dificultades… significa que nos queda más fácil dar respuestas, sobreponernos… con la ayuda de Dios, que sin él. Ayúdanos señor Jesucristo, a descubrirte también en las dificultades… y desde ahí ser luz… y agua de vida…
Buen día, Dios te bendiga. Un abrazo

martes, 4 de agosto de 2009

LUCAS 22,14-20


Es increíble ver como un pedazo de pan y un poco de vino, convocan ante un altar a miles de personas. Es increíble como en la eucaristía, Dios se revela a los “pequeños”… el misterio es tan grande que poco lo logramos percibir…

Una cosa es hablar de la eucaristía y otra es vivirla a intensidad. Puedo decir que el Nuevo Testamento usa los nombres de: 1. Amor fraternal (en griego, “ágape”), 2. La mesa del Señor (en griego, “trápeza kuríou”), 3. La pascua (en griego, “páscha”). 4. Y la Cena del Señor (en griego, “kuriakón déipnon”), para referirse a la eucaristía. Pero a mi ¿qué me dice eso? ¿Qué me aporta a mi crecimiento espiritual?... Claro que no es tanto, lo que podamos, leer, escribir, escuchar, decir o hacer; sino la acción de Dios allí, en la celebración y nuestra disposición para acoger sus bondades.

Veamos algunas notas y descubramos allí algo para nuestro crecimiento personal y comunitario.

La palabra “ágape”.
Significa “amor”. luego, se convirtió en un término técnico para referirse a la cena comunitaria que la Iglesia celebraba semanalmente. En griego, el “ágape” o amor fraternal, implica respeto y simpatía entre personas que se consideran iguales… De este modo, la fiesta del amor fraternal nos ayuda a comprender que todos somos igualmente delante de Dios… Recordemos que la eucaristía esta para todos quienes quieran participar…

La “mesa del Señor”.
En 1Corintios 10:21b, encontramos que se refiere al compañerismo cristiano en el servicio y la adoración. Hay realmente eucaristía cuando se comparte, se sirve, se adora… entorno a Jesucristo y a nuestros hermanos.

La pascua.
En 1Corintios 5:7 dice Cristo es nuestra "pascua". Esta idea se repite en 1Pedro 1:19 y Juan 1:29-36. Nos indica que la muerte de Jesús es un sacrificio por los pecados. Las palabras "carne y sangre" son términos sacrificiales. En éste sentido muchos autores dicen que Jesús se compara a sí mismo con el cordero pascual. Recordemos que es Jesús quien se entrega, quien se sacrifica… para que logremos una mejor vida...

La "cena" del Señor.
Adquiere sentido teológico cuando 1Corintios 11.20 habla de "la Cena del Señor". Indicando que debían compartir como Jesús lo dejó estipulado y que esta era profanada por aquellos que querían tomar su propia “cena” sin tomar en cuenta al resto de los creyentes (1Co 11.21). Todos somos muy importantes en el banquete eucarístico, ojalá lo tengamos en cuenta y que el último sea preferencial para el compartir de la cena…

Con el tiempo, (siglo V), la iglesia ha usado otros nombres para referirse a la cena del Señor y que ahora es el más frecuente escuchar:

La “eucaristía”.
Es una palabra del griego que quiere decir “acto de agradecimiento o acción de gracias”. Se basa en las palabras de Jesús, quien dio gracias a Dios al partir el pan. (Mc. 14:23). Lo relacionamos también con la vida de entrega incondicional de Jesús y nuestro agradecimiento a Dios por eso. Otro nombre es:

La “comunión”.
Recalca por una parte, que Dios está presente en medio de su pueblo cuando comulgamos y por otra parte, afirma que los creyentes formamos parte de un solo cuerpo, la iglesia de Jesucristo.

También es común escuchar “misa”… Bueno y ¿todo esto qué? Pues nada, depende de ti y de Dios. Solo quiero concluir diciendo que nosotros por ser hijos de Dios, contamos con la dimensión trascendente (llamémosla espiritual) y en la eucaristía se da la ocasión para alimentarla, experimentarla, comunicarla…

Que tenga un día esplendoroso. Un abrazo.

lunes, 3 de agosto de 2009

LUCAS 22,14-20


Ayer al igual que hoy y mañana celebramos la vida de familia, de hospitalidad y amistad, en torno a una mesa. En la mesa converge la vida. Sucede que los alimentos y las bebidas… se convierten ahí en medios para el encuentro.

Observamos que se acaba la bebida, los alimentos, la charla… en nuestra mesa y al poco tiempo, cada quien se va levantando, porque la mesa convoca. En ocasiones basta un tinto, un café con un pan… para platicar un largo rato… Y es que Dios se vale de lo insignificante para mostrarnos la grandeza de la vida: Lo vemos en Jesús que compartió un poco de pan y un poco de vino. Dos elementos muy especiales, que nos muestran mucho.

Un Pan es una bendición de Dios. Dice el salmo, la tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor nuestro Dios. Un pan representa todos los alimentos, que nos ayudan a sobrevivir... El compartir el pan es señal de solidaridad, de deseo de bien…
El vino símbolo de la alegría, del compartir fraterno, de la amistad, de la entrega (dando vida) dando jugo, como las uvas.
La Cena se convierte así, en un acontecimiento central para la adoración. Las comunidades cristianas compartían la cena en obediencia al mandato de nuestro Señor Jesucristo. “Haced esto en conmemoración mía”.

El texto de hoy nos recuerda que Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y les dio diciendo: Tomen, coman, esto es mi cuerpo... Después tomó la copa y, habiendo dado gracias, les dio y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada… De cierto les digo que no beberé más del fruto de la vid hasta que lo beba nuevo en el reino de Dios.

La iglesia entiende que esa noche Jesús nos dio una ordenanza o un mandamiento, y que Jesús instituyó la Cena del Señor (eucaristía) ordenándoles a sus discípulos celebrarla “en memoria” suya.

Entonces, cada vez qué celebramos la eucaristía o cena del Señor, actualizamos aquél mandato de entrega y a la vez confirmamos el pacto que Dios nos ofrece a la humanidad por medio de Jesucristo. Actualizamos y reafirmamos nuestro bautismo y nos unimos con Jesús, con la Iglesia universal y con toda la humanidad por la cual Cristo murió.

Cuando celebramos la eucaristía, expresamos nuestra fe, nos afirmamos en la presencia del Señor en medio de su Iglesia y nos unimos como miembros de la familia de Dios alrededor de la mesa comunitaria... Allí por un instante, mueren los rencores, el egoísmo… y realmente, actualizamos su presencia resucitada como Señor de la vida…
Que Dios te bendiga. Un abrazo.

sábado, 1 de agosto de 2009

LUCAS 10,46-52


Señor Jesucristo, en momentos también estamos al borde de camino, necesitados de tu auxilio, queremos escucharte cuando pasas cerca de nosotros, manifestando tu amor, queremos ver con claridad nuestros propósitos, nuestro camino.
Señor Jesucristo, te suplicamos con nuestra voz constante, porque eres rico en misericordia y sabemos con seguridad que siempre nos escuchas.
Señor Jesucristo, a veces nos involucramos en las oscuridades de nuestros pecados y sentados difícilmente avanzamos. Levántanos Señor nuestro, concédenos la suficiente luz para poder ver todas las consecuencias de nuestros errores, ayúdanos a comprometernos más con tu seguimiento.
Señor Jesucristo, ubícanos a la vera de tu camino y permítenos ver toda la misericordia que has vertido en nuestra vida, porque en tinieblas es difícil avanzar, y si logramos avanzar; tropezamos, caemos, nos golpearnos...
Señor Jesucristo, te necesitamos como guía para nuestros pasos vacilantes, te necesitamos como luz para ver y conducir los senderos de muchas personas que lo necesitan…
Señor Jesucristo nuestra oración también la hacemos por quienes están lejos de ti, por quienes son excluidos por algún vicio o una enfermedad, por quienes se encuentran estancados sin empleo, por quienes piden que oremos por ellos, por quienes imploran un favor y sienten perder sus esperanzas…
Señor Jesucristo, concédeles muchas bendiciones y puedan con tu gracia sobreponerse a sus penas, dolores y puedan crecer como seres humanos en tu iglesia.
Señor Jesucristo, te pedimos también en por todas las vocaciones, especialmente por aquellos hogares que en este momento están pasando por discusiones y peleas.
Te pedimos Señor Jesucristo, por todos los sacerdotales y religiosas que están pasando por momentos críticos en su vocación y por tantos jóvenes seminaristas que aún no tienen claridad en su vocación, para que sea tu Santo Espíritu quien les conduzca por senderos de luz y le respondan con un corazón generoso…
Que tenga un esplendoroso día. Un abrazo.

viernes, 31 de julio de 2009

SAN ALFONSO


El 1 de agosto recordamos a San Alfonso. En muchas partes estarán preparando el templo para su fiesta, en algún salón estarán disponiendo todo para el almuerzo, habrá alguien organizando unas palabras para los nuevos consagrados, disponiendo los ornamentos, e incluso en alguna parroquia necesitada estarán realizando una actividad para recolectar fondos, o algún misionero le pasará el día inadvertido por sus múltiples ocupaciones con los quehaceres del pueblo o la vereda…

¿Qué los mueve a ellos? Es el Espíritu Santo y junto a ello, la pertenencia a la Iglesia, a una parroquia, a una comunidad.

¿Cómo hizo San Alfonso para perdurar en el tiempo? Siendo testimonio de Jesús de Nazaret. Fundando una Congregación que continúa con su ideal. Escribiendo libros, canciones, poemas…

Nosotros tenemos que estar muy agradecidos con Dios, porque contamos muchos escritos que nos remiten a la vida misma del Fundador. Ninguna comunidad religiosa lo tiene. San Ignacio fundador de los Jesuitas escribió unos retiros de unas cuantas páginas, en cambio San Alfonso más de 100 libros.

Nosotros tenemos que estar muy agradecidos con Dios y muy orgullosos, porque contamos con un abogado, un moralista, un confesor, un pintor, un poeta y un músico…

Oremos.
Gracias Señor, por la vida y obra de San Alfonso, por acompañarlo con tu gracia, para que fundara ésta querida Congregación de los misioneros redentoristas, a pesar de tantos sacrificios. Gracias Señor, por tantos cohermanos que a lo largo de la geografía han construido cruces y convertido corazones. Gracias Señor, por San Clemente, San Juan Neuman… y todos los santos y beatos redentoristas que iluminan nuestros caminos. Gracias Señor, por los cohermanos que hacen moral, teología, escriben libros, dan clases, colaboran por los derechos humanos, la justicia y le cantan al sueño de la paz.

Gracias Señor, por laicos redentoristas del IMSA (Instituto Misionero Seglar Alfonsiano), por las Hermanas redentoristas contemplativas, por las hermanas oblatas, por todos nuestros bienhechores y amigos. Gracias Señor, porque con tu santo Espíritu siempre has acompañado a la Congregación en sus diferentes frentes… y hoy permites que nosotros nos presentemos ante ti.

Gracias Señor, porque cada día nos sigues ungiendo con tu gracia para dar Buenas Noticias a los más necesitados. Gracias Señor, porque podemos proclamar el perdón, la libertad y porque podemos consolar a los afligidos. Gracias Señor, porque nos has dado fuerzas para sobreponernos a las dificultades y nos has permitido continuar el camino del seguimiento. Gracias Señor, porque nos sanas con tus palabras y nos regalas la salud y la disposición para llegar hasta las ovejas más lejanas…

Y junto a ésta acción de gracias, te presentamos Señor, nuestras peticiones: Te pedimos Señor, que cada día haya muchos mensajeros de tu amor, muchas vocaciones redentoristas comprometidas con tu evangelio. Te pedimos Señor, por todos nosotros los promotores vocacionales, los párrocos, los docentes… para que cada día crezcan en palabras y obras de bendición y sean perseverantes en la oración. Te pedimos Señor la gracia de mirar con visión de futuro, de pensar en grande para bien de la iglesia y del mundo entero. Amén.

jueves, 30 de julio de 2009

MATEO 24,42-51


A veces, nos hemos preguntado: ¿Qué es lo que Dios quiere de mí? ¿Qué quiere que aprenda de esta situación? ¿Qué puedo agregar a mi pensamiento para que sea más comprensivo y decisivo? ¿Qué me falta vivenciar para comprometerme más? El evangelio es muy claro, dice que el Señor Jesucristo llega en cualquier momento, depende de nosotros si estamos preparados para recibirlo.

Si estamos haciendo lo que tenemos que hacer, él nos reconoce y nos premia. De lo contrario también nos reconoce y nos premia en su justa medida. La decisión de responder al llamado de Jesucristo es muy personal, porque en el fondo de nuestro corazón sabemos lo que tenemos que hacer, solo que a veces nos parece difícil aceptarlo y por eso colocamos toda la resistencia posible, para evadirlo… y le damos vueltas y vueltas en la mente.

De Agustín existe una historia que muchos conocemos. “Un día Agustín paseaba por la orilla del mar, dándole vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios. Cuando se encuentra a un niño que había hecho un hueco en la arena y con un cántaro sacaba agua del mar y la depositaba en el hoyo. Agustín le pregunto ¿Qué hace?... El niño le responde: metiendo toda esta agua del mar aquí… Es imposible, dice Agustín. El niño le responde igualmente es imposible meter a Dios tan grande en su cabeza. Ahí, termina el relato.

Lo cuento esto, porque la vida de San Agustín nos ayuda mucho a nuestro crecimiento personal. El tenía sus cualidades y sus fortalezas: Le gustaba leer especialmente los griegos clásicos, se preocupó por escribir bien y hablar bien, por conocer más de la poesía, la retórica, el teatro… Igualmente tenía sus debilidades o pecados le azotaban: El trago y las mujeres.

El quiso mejorar su vida, y encontró a los diecinueve años un libro llamado Hortensius que despertó en la mente el espíritu de especulación y es así se dedica de lleno al estudio de la filosofía.
Todos tenemos fortalezas y debilidades, pero debemos emprender un camino de búsqueda y ahí en el camino, se van dando las cosas.

Cuando asumimos compromisos de conversión, entonces nuestra existencia da otro rumbo. A Agustín lo vemos en las celebraciones litúrgicas del obispo Ambrosio, rompiendo definitivamente con el maniqueísmo, que afirmaba que la salvación se adquiere por el ayuno, la educación, la negación de uno mismo, el vegetarianismo y la castidad. Agustín decidió vivir en ascesis, decidió estudiar el Antiguo Testamento, San Pablo, vender todos sus bienes…

Así, empezó a escribir y defender la fe… Hasta que la Iglesia Católica le asignó el título de santo. Así, es la vida nosotros determinamos el rumbo y Dios con su Espíritu va acompañando esas decisiones que hacemos desde nuestra libertad y con la petición de su auxilio poderoso.

Ahí está la vida, decide sobre ella… Que tenga un esplendoroso día.

miércoles, 29 de julio de 2009

LUCAS 10,38-42


A veces, poco valoramos a quienes tenemos a nuestro lado y una vez que ya no están, entonces los añoramos y nos da cierto dolor… pero también existe una satisfacción y es que podemos empezar de nuevo y brindar mayor afecto a quienes Dios coloca a nuestro paso peregrino.

La ocupación más importante.
Que sea la de escuchar a nuestros hermanos. Decirlo en éste siglo de la velocidad, de consumismo… suena raro, pero que nadie nos quite, aquella disposición de sacarle tiempo de “calidad” a nuestros hermanos. Hoy en día, son más quienes necesitan que los escuchen. Jesús le valora a María aquella atención para con él, por eso le dice que ha escogido la mejor parte. Se puede decir, que el amor se demuestra con la escucha atenta que le prestemos a nuestro interlocutor.
La escucha atenta hace mucho bien. A mí me ha pasado que, al terminar una conversación me dicen: “gracias, muchas gracias” y yo respondo: “pero si, no he dicho absolutamente nada…” Y saben que es lo que pasa, que el solo hecho de dejar que la persona hable y hable, eso ya es reconfortante para ella. Se desahoga, recibe la paz y hasta encuentra respuestas a sus dilemas...

¿Por qué te preocupas por tantas cosas?
Las ocupaciones nos absorben y vamos corriendo de un lado para otro, en las calles, empresas, estudios… afanados, con temor a que nos roben, a quedarnos desempleados, a aguantar necesidades, a vender lo que hemos adquirido… Como decía alguien: da la impresión que se trabaja por miedo. Te invito a que éste momento saques al menos un minuto para Jesucristo y le entregues a él tus preocupaciones, tus miedos… cierra los ojos y dile lo que sientes… Solo él te conforta, te alienta, te ayuda… Es cuestión de voluntad de sacar el ratito, porque un minuto lo gastamos en ocupaciones y ni cuenta nos damos. Recuerda: Si es un minuto, que sea también de “calidad”.
Ganémonos así, la mejor parte que nadie nos quitará… aplazando todas las actividades por un instante y escuchando la voz de Jesucristo atentamente. Y lógico, también es empezar hacer lo que él nos dice.
Algo más que me parece sumamente importante y se estaba pasando por alto y es que la labor desempeñada, sea cual sea nos dignifica y con ella construimos el mundo… es igualmente importante…Solo que en ése momento es más importante la persona que está de visita que la ocupación. Es más importante Jesucristo que lo demás. Y lo es porque con él, la labor es más provechosa… adquiere sentido, vida, abundancia…
Un abrazo, que tenga un esplendoroso día.

martes, 28 de julio de 2009

MATEO 7,24-27


Hagamos la comparación de nuestra vida con una casa: ¿Poseemos un buen cimiento, una buena base firme? … ¿cómo están las vigas de amarre?, ¿cómo están las columnas? ¿Existen grietas en las paredes y el techo?…

Sabios que construyen sobre piedra.
Conozco personas que tienen su cimiento en Jesucristo, y tienen muchas dificultades: desconsuelos, falta de dinero, son calumniadas… sin embargo, guardan su confianza en Jesucristo; saben que él les va a sostener mientras pasa la calamidad.
Quienes estamos en camino con Jesucristo, tenemos dificultades, porque unos padecemos por una cosa y otros por otra. ¿Cuál es la diferencia? que aunque los problemas sean más grandes que nosotros, creemos en Jesucristo y las cosas son más llevaderas. Son los mismos problemas, pero con una visión de esperanza…

Necios que construyen sobre arena.
Conozco también personas que buscando de Jesucristo, se dejan llevar por el viento; entonces van a un culto y otro… buscando externamente, cuando las respuestas a sus inquietudes las tienen internamente, porque es el Espíritu Santo quien obra. Lo peor de toda esta historia, es que al final no quedan en ninguno grupo religioso, que les alimente en la fe. Entonces, viven resentidos, dolidos, en el chisme… con una institución, cuando la responsabilidad de vivir una fe es tan particular.

Consideraciones varias.
Lógico es normal, a veces creemos construir sobre una base solida, cuando en la realidad construimos es en la arena. Con el tiempo se desmorona aquella “casa” y muchas veces tendremos que empezar a construir de nuevo. De acuerdo como queramos de alto el edificio, igualmente requerimos de unas bases grandes.
Jesucristo nunca dijo: les prometo que no habrán vientos impetuosos… En cambio si llegó a decir: “Yo Soy la vid, quien está unido a mi da mucho fruto…” “Yo Soy la luz, quien me sigue no camina en tinieblas…” En fin, “Si el Señor, no construye su casa en vano se cansan los constructores”
Un feliz día, un abrazo.

lunes, 27 de julio de 2009

MATEO 13,47-53


“También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que recoge peces de toda clase. Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan y recogen en canastas los peces buenos, y desechan los malos”…

Quien ha compartido con los pescadores sabe lo que significa el arte de la pesca: Sabe lo que significa salir toda una jornada y no encontrar nada de alimento para la familia o al contrario la alegría cuando se consigue algo; quien ha compartido con los pescadores sabe de la subienda, de la estrategia adecuada para encontrar los peces y sacarlos, del silencio, de la comunión de familia, de la escogencia de los peces… El Reino de Dios son vivencias de los valores a nivel de lo cotidiano.

Todos somos convocados.
Cuando unos pescadores lanzan la red, es a todos los peces. Así es Dios, se ha unido al Hijo y al Espíritu Santo para atraparnos a todos en su red. El quiere que estemos gorditos y grandes para que seamos alimento nutritivo. El quiere que estemos al punto, bien alimentados, con calidad física y espiritual, que pasemos la prueba y seamos seleccionados.

Todos gozamos de una oportunidad.
Los peces que les faltan el peso y la talla apropiada, que están pequeños todavía son devueltos al agua. Existe un tiempo para sumergirnos en el agua (bautismo) y empezar a mejorar nuestra vida realmente, hasta que llegue nuevamente la oportunidad que Dios nos da, para caer en su red y ser alimento de vida para los demás.

Todos podemos quemarnos en el intento.
Cada día es una oportunidad para mejorar nuestra vida en algo, sin embargo, si nos enflacamos espiritualmente, difícilmente seremos seleccionados. Dios decide sobre nuestra hora y esperemos que nos encuentre libres de culpas. El horno será la consecuencia de nuestros malos comportamientos.

Unas invitaciones.
Nosotros debemos ser como aquellos peces, que al mirarnos Dios, decida llevarnos, dado que nuestra vida ha sido de calidad.

Así como aquellos peces, nosotros también seamos motivos de elección, para todos aquellos que buscan de Jesucristo. Porque al ver nuestro proceder les remite a un estilo de vida de realización personal.

Aquellos peces no necesitaron hablar mucho, Dios los conoció desde su apariencia, porque él mira el corazón. Alimentémonos pues espiritualmente y esperemos a que Dios nos seleccione a una nueva vida.

Que tenga un esplendoroso día. Un abrazo.

sábado, 25 de julio de 2009

JUAN 17, 20-26


Recordemos que orar es un don y como tal necesitamos pedirlo, así como los discípulos le dijeron una vez a Jesús: “Señor, enséñanos a orar” y él les enseñó el Padre nuestro…
A Jesús lo encontramos orando en estos momentos por nosotros. Veamos:

1. Jesús ora para que los discípulos logren la unidad.
Ahí caemos nosotros como discípulos y también quienes vendrán después. Nosotros requerimos de ciertas condiciones para adquirir una experiencia de unidad: Reconocer y aceptar que Cristo es quien nos ayuda a vencer la desunión.
Descender a nuestra propia profundidad, al abismo de nuestras sombras, los fracasos, sueños, y despedazamientos interiores y luego salir a la luz, con la asistencia de Jesucristo.
Solos no podemos con todo lo que encontramos de problemas, Jesucristo es quien nos aleja los miedos para que podamos mirar sin miedo cuanto emerja en nosotros. Jesucristo es quien mantiene la unidad en nuestra contradicción.
Cuando el ser humano está saturado de amor puede encontrar la unidad. Sin el amor de Dios, nuestra vida será desordenada. No es que nosotros busquemos la unidad en Dios, es Dios quien nos busca por medio de su hijo. Esta es la buena nueva del evangelio de Juan, que Dios nos visita.

2. Jesús ora para que los discípulos logren la contemplación de su gloria.
La unidad crea la experiencia de cooperación, aumenta el fervor y el entusiasmo… quienes viven en unidad interior, fácilmente pueden ser más creativos y pueden contemplar las manifestaciones de la gloria de Dios en la historia.
En nuestra actualidad existen realidades que opacan el actuar de Dios, sin embargo, Dios sigue manifestando su gloria… Nosotros lo percibimos, cuando tenemos disposición de corazón…En esa misma medida, vamos afianzando nuestra personalidad y compromiso de servicio con nuestros hermanos.

3. Jesús ora para que los discípulos tengan amor y sean trasparencia de él en el mundo.
Nuestro compromiso es veraz, cuando con nuestra manera de ser hacemos palpable a Jesucristo vivo. Nosotros deberíamos de ser las biblias abiertas expresadas en nuestro rostro para quienes nunca leen la Palabra de Dios. Nosotros deberíamos de ser signos del amor, trasparencia de él… es un desafió grande.
Animo y aunque nuestra oración sea simple y sencilla; de todas manera hagámosla, algo es algo, peor es nada. De otra parte, si nos piden oración es mejor hacerla cuanto antes, porque de lo contrario puede estar quedando en el olvido. Recordemos que así, como Jesús ora por nosotros existen muchos que también lo hacen… Compartamos la oración y nuestra unidad interior será mejor.
Dios te bendiga, buen día.