viernes, 7 de agosto de 2009

LUCAS 10,17-24

Todos hemos sentido de alguna manera, el gozo que se siente cuando se hacen las cosas bien. Y ese gozo si es acompañado de sacrificio es más gratificante y duradero. ¿Qué sacrificios? Pues, contar con lo básico y la asistencia de Dios “No lleven bolsa, ni alforja, ni calzado...” Viviendo con espíritu de desprendimiento: “Deja que los muertos entierren a sus muertos… y anunciando el reino de Dios”...

Volvieron los setenta y dos con gozo,...
Así que, a pesar de las difíciles condiciones que la vida ofrece y Jesús presenta, a pesar de haberles enviado como corderos en medio de lobos, los discípulos vuelven llenos de gozo…

Fijémonos que las realidades difíciles que encontramos para servir, son para hacer nuestra vida más plena… Es claro, que nos cuesta despojarnos de determinadas cosas, porque estamos tan acostumbrados a ellas, que las sentimos como esenciales para nuestro bienestar. Parece que a los únicos que les gusta el cambio, son a los niños cuando se poposean, aunque algunos son felices con la mierda… (El pecado…).

Jesucristo nos deja con lo imprescindible para que podamos caminar con desenvoltura a su lado y podamos encontrar lo verdaderamente importante. Solo que nosotros nos cuesta verlo de esa manera y seguimos impresionados por el éxito de la misión… veamos:

Los discípulos dicen: ...Señor, aun los demonios nos obedecen en tu nombre.
Es decir, hemos conseguido una hazaña muy importante, en el nombre tuyo. Hemos derrotado, doblegado… las influencias espirituales malignas… con la Palabra de Dios en la mano... Y esto, nos produce gozo, dado que servimos a la comunidad…

¿Qué tiene que decir Jesús ante esta experiencia de los discípulos?
1. Jesús confirma la experiencia de poder que han tenido. Y les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” Es decir, mientras ustedes derrotaban a los demonios, yo veía a su jefe ser expulsado del cielo.

Jesús había percibido la derrota de los poderes demoníacos mientras ellos actuaban, es así que sabemos que los discípulos no estaban exagerando en nada, habían experimentado un poder extraordinario…

2. Jesús les recuerda su poder: Les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones, y poder sobre toda fuerza del enemigo, y nada los dañará...

3. Jesús comenta que tiene algo muy importante que añadirles, no para quitarles su gozo, sino para que su gozo, esté cimentado en algo mucho más sólido e importante: “…Alégrense no porque los espíritus se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres estén escritos en los cielos...”

¡Esto sí que es una fuente sólida de gozo! Jesús mismo nos advierte que se pueden realizar grandes servicios, en su nombre, pero nunca haberle conocido. Recordemos aquel texto: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad… (Mateo 7:22-23).

CONCLUSIONES
¡Ojo! Hacer obras de caridad, evangelizar… son gozos pasajeros. El gozo eterno es estar inscritos en el libro de la vida. De ahí que permanezcamos enfocados en lo más importante, la salvación.
Dios te bendiga, un abrazo de oso.

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