miércoles, 29 de julio de 2009

LUCAS 10,38-42


A veces, poco valoramos a quienes tenemos a nuestro lado y una vez que ya no están, entonces los añoramos y nos da cierto dolor… pero también existe una satisfacción y es que podemos empezar de nuevo y brindar mayor afecto a quienes Dios coloca a nuestro paso peregrino.

La ocupación más importante.
Que sea la de escuchar a nuestros hermanos. Decirlo en éste siglo de la velocidad, de consumismo… suena raro, pero que nadie nos quite, aquella disposición de sacarle tiempo de “calidad” a nuestros hermanos. Hoy en día, son más quienes necesitan que los escuchen. Jesús le valora a María aquella atención para con él, por eso le dice que ha escogido la mejor parte. Se puede decir, que el amor se demuestra con la escucha atenta que le prestemos a nuestro interlocutor.
La escucha atenta hace mucho bien. A mí me ha pasado que, al terminar una conversación me dicen: “gracias, muchas gracias” y yo respondo: “pero si, no he dicho absolutamente nada…” Y saben que es lo que pasa, que el solo hecho de dejar que la persona hable y hable, eso ya es reconfortante para ella. Se desahoga, recibe la paz y hasta encuentra respuestas a sus dilemas...

¿Por qué te preocupas por tantas cosas?
Las ocupaciones nos absorben y vamos corriendo de un lado para otro, en las calles, empresas, estudios… afanados, con temor a que nos roben, a quedarnos desempleados, a aguantar necesidades, a vender lo que hemos adquirido… Como decía alguien: da la impresión que se trabaja por miedo. Te invito a que éste momento saques al menos un minuto para Jesucristo y le entregues a él tus preocupaciones, tus miedos… cierra los ojos y dile lo que sientes… Solo él te conforta, te alienta, te ayuda… Es cuestión de voluntad de sacar el ratito, porque un minuto lo gastamos en ocupaciones y ni cuenta nos damos. Recuerda: Si es un minuto, que sea también de “calidad”.
Ganémonos así, la mejor parte que nadie nos quitará… aplazando todas las actividades por un instante y escuchando la voz de Jesucristo atentamente. Y lógico, también es empezar hacer lo que él nos dice.
Algo más que me parece sumamente importante y se estaba pasando por alto y es que la labor desempeñada, sea cual sea nos dignifica y con ella construimos el mundo… es igualmente importante…Solo que en ése momento es más importante la persona que está de visita que la ocupación. Es más importante Jesucristo que lo demás. Y lo es porque con él, la labor es más provechosa… adquiere sentido, vida, abundancia…
Un abrazo, que tenga un esplendoroso día.

No hay comentarios: