sábado, 8 de agosto de 2009

LUCAS 13, 1-19


A veces nos encontramos con alguien que empieza a contarnos un sinnúmero de cosas, para que nosotros tomemos partido y le digamos... “pobrecito” “usted tiene toda la razón”... es que esos desgraciados se portaron mal... Y resulta que, nuestra balanza se puede inclinar más para un lado... También existen quienes en ése momento se les facilita dar un mensaje cuestionante y acertado.

Así pasa con Jesús el sabe dar al punto, en el evangelio de hoy los discípulos le cuentan sobre la masacre de los galileos obrada por Pilatos (13,1-3) y esperan de Jesús una respuesta que vaya a favor de los paisanos galileos. Jesús lo que hace es aprovechar la ocasión para llamar al arrepentimiento, a la conversión de corazón. Dice Jesús: “Si no se convierten, todos perecerán del mismo modo” porque tanto los galileos que estaban en manifestación en el templo, como los soldados romanos que los incursionaron eran unos violentos. Jesús los llama a la conversión, mediante la parábola de la higuera. Veamos:

Todos tenemos un tiempo para dar fruto. La higuera tiene dos cosechas al año, (la primera sale la breva y en la segunda el higo). Esta higuera lleva tres años y ningún fruto a la vista.
Este padre de familia lleva quince años de casado y su vida transcurre sin mayores frutos, a veces estamos como la higuera vegetando en nustra familia, en la empresa, el estudio, la vida religiosa... el viñador nos sembró en buen lugar, dice el texto en el centro de la viña, es decir tiene un lugar especial en la comunidad, es la niña de los ojos como diría san Alfonso...

Todos tenemos una nueva oportunidad. En la Iglesia católica, en la familia, en la empresa, en la universidad, en el seminario... contamos con personas que nos apoyan, contamos con un ambiente adecuado para ir poco a poco superando debilidades y tendencias... (El ambiente también lo hacemos nosotros). Personas que están ahí en la clandestinidad, pero que en su momento salen a relucir y nos apoyan, defienden... Dirían demosle la “última oportunidad”, seis meses más (un tiempo) mientras iniciamos un proceso... Le buscamos un sicólogo, un siquiatra, un sacerdote... Para que así, escabando los túneles y guaridas oscuras... con un revolcón pueda que cambie... y sea un mejor padre de familia, empleado, empresario, estudiante, religioso...

Invitaciones finales.
*Nosotros como jardineros y seguidores de Jesucristo, debemos comprometernos unos con otros y hacer todo lo posible para que la higuera fructifique, para que todos en comunidad de vida nos arrepintamos y nos convirtamos de corazón...
* Nosotros como jardineros y seguidores de Jesucristo, debemos ser pacientes y compasivos... “Haz lo que quisieras que te hicieran”.
* Nosotros como jardineros y seguidores de Jesucristo debemos reconocer que nuestra vida es un proceso, primero semilla, luego tallo, después espiga y por último cosecha abundante.


Oración: Señor, si estamos ocupando espacio de balde en tu viñedo, pódanos con tu gracia y regálanos una oportunidad y un tiempo más para cultivar mejor nuestra semilla.
Dios te bendiga, con un día esplendoroso.

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