miércoles, 12 de agosto de 2009

LUCAS 9,43b-45


De pronto has han jugado aquella dinámica en la que debemos identificarnos con un animal. Hagamos una prueba… ¿Con qué animal se identifica?... y piense por un momento, porque razón escogió ese animal y no otro. A lo mejor dicha identificación tiene mucho de ti… Todo tiene su lógica…
Recuerdo que cuando realicé la dinámica, me identifiqué con el águila, porque vuela alto y porque tiene una gran visión. Jamás me había imaginado que el evangelista Juan, lo identificarán con el águila.

Una vez llegó a mis manos una lectura sobre el águila real y me impresionó mucho. (La estuve buscando por internet pero no la encontré) Voy a contarle lo que me alcanzo a acordar. El águila real es una de las aves de mayor longevidad ósea que puede durar muchos años de vida.

Es un ave que cuando llueve, suele aprovechar la gravedad para subir hasta traspasar las nubes. Cuando cumple aproximadamente 40 años, sufre una transformación radical de su vida (claro que en nosotros los cambios hoy ya se están dando a más corto tiempo).

El águila cuando cumple más o menos 40 años, si quiere vivir otros 40, tiene que iniciar un proceso doloroso. Tiene que irse a un lugar solitario (quizás una roca, en un picacho), allí con su pico empieza a sacarse cada pluma de su cuerpo y lo mismo hará con las uñas encorvadas y pesadas, luego deshace su pico contra una roca, para que le salga uno nuevo… esta es la única forma de seguir viviendo, porque podrá cazar de nuevo y volar nuevamente.

Primera enseñanza: A nosotros nos queda hoy apartarnos a un lugar tranquilo (puede ser el templo) y dejar todo con el dolor del alma, lo que nos oprime… (Entregarle a Dios todo), para empezar a ser seres humanos nuevos.

En el evangelio de hoy Jesús le dice a sus discípulos: “Escuchen y recuerden lo que ahora les digo: el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, pero ellos no entendieron estas palabras…”

Jesús ante todo quiere que nosotros sus discípulos guardemos especialmente el pasaje de la cruz, porque dice: “el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres” El va a ser persona resucitada, nueva…
A veces nosotros sufrimos más de la cuenta (por las razones que sean), porque nos olvidamos del pasaje de la cruz…

A veces nosotros sufrimos la ruptura fuertemente, porque nos olvidamos que necesariamente tenemos que pasar por la cruz, para alcanzar nueva vida…

A veces nosotros sufrimos porque vemos la vida parcializada y nos olvidamos que la vida es un proceso integral… Miremos a Jesús: compartió con las personas, realizó la oración personal en el huerto, luego llegaron los padecimientos, los reproches, los insultos, los silencios… hasta llegar a la muerte de cruz y a la resurrección.

Segunda enseñanza: El tener nueva vida resulta de todo un proceso de desprendimiento, de dolor, pero sobre todo de mucho amor. (Es todo lo que implica la cruz). Bendito seas Señor Jesucristo, porque nos regalas la oportunidad de morir a las cosas del pasado, de hacer los procesos en comunidad y de renacer nuevamente. Bendito seas Señor Jesucristo, porque aunque a veces, nuestra humanidad pesa tanto en nosotros, que nuestras fuerzas parecen inútiles… y nos parece imposible superar nuestras debilidades... Entonces, apareces con tu vida enseñando que es posible mirar distinto desde el amor. Bendito seas Señor Jesucristo, porque nos concedes la libertad para que cada uno de nosotros pueda decidir, entre lo que nos propones como camino de vida…
Bendito seas Señor Jesucristo por éste momento histórico…
Que tenga un día esplendoroso… Un abrazo.

No hay comentarios: