lunes, 10 de agosto de 2009

LUCAS 12,13-21


Dios quiere que nosotros desarrollemos nuestras capacidades… y demos frutos buenos a este mundo. Dice la palabra: al que tiene se le dará… y lo invita también a compartir la cena en el gozo del Señor…Es imposible que Quien nos regaló la capacidad de soñar, nos deje sin la capacidad de hacer realidad esos sueños.

En el texto de hoy vemos a un hombre rico, es decir una persona que creyó en sus capacidades y las sacó adelante, que vio oportunidades de negocio y los ejecutó, que fue constante y responsable ante lo suyo, que se asoció con personas que sabían de la agricultura, del comercio… y que le estaba yendo muy bien.

Para actualizarlo a nosotros, hagamos de cuenta que es un hermano tiene capacidades para los medios de comunicación, que ha logrado vender muchos libros, reunir mucha gente… que tiene visión de futuro, que quiere quitar ciertas estructuras, tumbar ciertos graneros para construir unos más grandes… en fin… tiene unas propuestas interesantes.

¿En qué le llamaría Jesús la atención? Veo que Jesús le llamaría la atención en lo referente a:

Acumular para sí mismo y evitar compartir con los más necesitados.
Aquí voy exagerar un poco, porque de pronto se da en otras partes, pero en nosotros no. Sobre lo que acumulamos y evitamos compartir:
Tiempo: Podemos afirmar: “no tengo tiempo” para acompañarte al bazar, para reemplazarte en la catequesis o en la cocina, o en este momento me es imposible escucharte, lo que pasa es que estoy haciéndole al trabajo de grado…
Cosas: Voy a cambiar ésta USB por otra mejor, pero no se la presto porque me la llena de virus… Me voy a comprar una cámara, pero es solo para mí, los demás si quieren tomar fotos que compren una también...
Cualidades: Se escuchan expresiones como: “Yo sé inglés” los demás que se defiendan como puedan… “Gracias a Dios, conozco del tema, los demás son unos brutos… (Anulando la posibilidad para que los demás saquen a relucir sus talentos…)
Caprichos: Bueno yo pienso estas cosas pero, mejor evito formar problemas. Tengo una idea interesante, pero mejor la guardo, porque de todas maneras ellos y ellas hacen lo que quieren…

¿Cuál es el justo medio entre lo necesario y lo acumulable?
1. Creer que las cosas nos dan la felicidad y pensar que van a durar toda la vida.
A veces creemos que las cosas nos dan la felicidad. Una vez un señor comentaba: “Sería feliz si tengo un carro último modelo… Sería feliz si construyo una casa hermosa… Sería feliz si consigo la mujer de mis sueños… en eso se encontró una bolsita con unas piedras y empezó a lanzarlas al mar. Sería muy feliz si tuviera dinero y pudiera viajar a muchas partes del mundo. Llegó a su casa y ya le quedaba solo una piedra la miro y era un diamante…” ¿se imagina cuántos diamantes lanzó al mar?

Así es nuestra vida añoramos lo que puede llegar a ser y evitamos vivir nuestro momento a intensidad. Este puede ser un pecado, del cual no nos hemos confesado: “Añorar lo que no somos, ni tenemos y nos olvidamos de vivir el hoy a intensidad” Seguimos votando diamantes.

Llegamos a decir esta familia vive bien, tienen buena casa, buen empleo, se ve que se quieren mucho… Solo que esto lo vemos por encima, porque al mirar sus vidas de cerca, encontramos que tienen también dificultades. Hay quien tiene una enfermedad irremediable, algún familiar secuestrado, discusiones, divisiones… Por lo general, están apartados de la oración…

Recordemos: solo Dios basta. Solo Dios nos concede la verdadera vida mediante su Espíritu. Vida plena en cualquiera de los llamados de Dios: como matrimonio, como consagrados o laicos comprometidos.

2. Entregar el corazón a lo material y olvidarse de la trascendencia.
Hay quienes se rebuscan el dinero a nombre propio y hasta con unas formas bastante creativas: qué por el aceite o la cruz tal que tiene propiedades… (e inventan esas propiedades). Tanto dinero, que el bono mensual para una persona necesitada tanto dinero… Que vamos a hacer un reinado de niñas y la que más recoja plata le vamos a dar un premio...
Cada vez queriendo llenar sus vidas con actividades (eventos, viajes…), cosas y dinero, cómo queriendo llenar vacíos existenciales… y huir de de la confrontación personal. El asunto es que por dinero, se llega al engaño… la muerte…

Afortunadamente existen también ejemplos que nos orientan para guardar distancia con ciertas formas de consumismo, de poder, de placer, de tener…
Dios bendiga su vida… Un abrazo.

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