lunes, 20 de julio de 2009

MATEO 25, 31-46


Cuando trescientas mil personas, atraídas por el humo blanco, se volcaron a la Plaza San Pedro, allí les hablo a ellos y a nosotros que lo seguíamos por la televisión: “Queridos hermanos y hermanas: después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido, a mí, un sencillo y humilde obrero de la viña del Señor. Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con herramientas insuficientes y sobre todo me confío a vuestras oraciones. En la alegría del Señor Resucitado, confiados en su ayuda permanente, prosigamos. El Señor nos ayudará y María, su Madre Santísima, estará a nuestro lado. Gracias”.

…Me consuela el hecho de saber que el Dios se vale de personas que continúan una obra buena, comunitarias, sencillas, disponibles para la viña, inacabadas, necesitadas de Oración… resueltas a realizar su santa voluntad en la construcción del Reino. Cuando leemos los evangelios descubrimos que Jesús, fue quien encarnó dicho proyecto de vida y por eso es modelo para nosotros. Nosotros como discípulos suyos existimos para realizar también buenas obras, por las siguientes razones:

1. Las buenas obras glorifican a Dios – Mateo 5:16; 1Pedro 2:11-12. Cuando hacemos buenas obras, hacemos sentir orgulloso a papá Dios. Lo mismo sucede cuando un hijo se porta bien y sus progenitores se sienten satisfechos. Dice el evangelio que hay mucha alegría en el cielo cuando alguien se convierte…
2. Las buenas obras preparan al incrédulo para que sea más receptivo al evangelio – 1 Pedro 2:12; 3:1-2. Un abuelo de un barrio me contaba: ¿sabe por qué soy católico? Porque un día estaba sin comer y mi hijo me dijo tengo hambre, y no tenía dinero, ni empleo, ni amigos… Entonces, le dije miremos en dirección a Monserrate (cerro de Bogotá) y oremos… estábamos ahí junto a las gradas de una casa esquinera, cuando de pronto apareció no sé de donde un sacerdote y una hermana… traían varios mercados y nos dejaron uno, sin pedirlo y ellos sin conocernos. Ahí termina éste caso de la vida real.
3. Las buenas obras demuestran nuestra fe viva – Santiago 2:14-17. ¿De qué nos sirve una fe sin obras? Si digo que amo a Dios, voy a misa, me confieso… y por otra parte estoy hablando mal de mis hermanos, ofendiendo con mis comportamientos y expresiones, de pronto robando y propagando el mal. La fe verdadera no existe. ¿De qué calidad es nuestra fe? ¿Cómo la acreciento realmente?
4. Las buenas obras hacen presente a Jesucristo –Lucas 6:46 con Hechos 10:38. Si mantenemos la biblia en un atril de nada sirve; es preciso leerla, interiorizarla…hacerla vida, es tal medida es realmente Palabra de Dios.
¿Qué buenas obras podemos hacer?
Hablando a otros de la gracia de Dios –1Pedro 2:9-10. Podríamos no ser del todo "maestros" en un sentido formal, pero todos podemos compartir con otros la gracia maravillosa de Dios. Guiando a otros hacía Jesucristo, por medio de cartas, correos, llamadas, visitas, estudios bíblicos, dando valor a los hermanos débiles… Y todo lo anterior, se aplica también para mí mismo. Un abrazo y que Dios te bendiga.

No hay comentarios: