martes, 7 de julio de 2009

JUAN 6,22-29


Cada vez más la sociedad exige personas sabias, místicas, llenas de amor a Dios y al prójimo… que den razón segura a todos los cuestionamientos.
La constitución redentorista número 31, dice: “… para alimentar su vida espiritual con mayor abundancia, lo mismo si están en casa o fuera de ella, los congregados dedicarán un tiempo privilegiado a la oración mental, la cual se orientará sobre todo a contemplar los misterios de la redención”

Esteban estaba lleno de la sabiduría de Dios… y respondía con acierto a lo que le preguntaban… que tenía cara de ángel. Ahí, veo la meta a la que tenemos que llegar nosotros… Que la gente vea en nosotros personas llenas de Dios, que llegamos a su alma y le damos vida desde Dios. En últimas necesitamos personas convertidas que puedan leer el actuar de Dios en la realidad y vallan construyendo humanidad.

El evangelio (Juan 6,22-29) nos dice que la gente que había participado de la multiplicación de los panes, seguía buscando a Jesús. Y hoy como ayer son muchos quienes buscan a Jesucristo a su acomodo. Jesús corrige diciéndoles y diciéndonos: “busquen el alimento que permanece y da vida eterna” Es decir, busquen bienes mayores…

1. En busca de Jesús.
Recuerdo, que en misiones, en una esquina de un barrio por dónde siempre pasábamos avisando para la eucaristía. Había una señora, que siempre se le veía de buen humor. Ahí en su silla de ruedas, con sus dolores, debido al cáncer que tenía regado por todo el cuerpo; allí desde su condición catequizaba a los niños… La señora había buscado sanación material y Jesucristo le había regalado su sanación espiritual.

Continuamente, mucha gente busca de Jesús para suplir alguna necesidad fundamental... y encuentra sanación espiritual. Mucha gente camina una, dos o tres horas para ir al encuentro de Jesucristo en la eucaristía, en algunas veredas de nuestros territorios nacionales. Y nosotros aquí en la ciudad también lo buscamos, pero eso no basta. Esa búsqueda tiene que ser cualificada.

2. Motivaciones para buscar a Jesús.
Dice Jesús: Ustedes me buscan por interés, porque han comido hasta saciarse. Jesús conoce nuestras motivaciones. Queremos las cosas fáciles. A lo largo de la vida he descubierto que existe mucho interés en las personas y en sus cosas: Me relaciono con tal… porque voy a encontrar empleo, amistad… Nuestra sociedad es insegura, es dudosa y voluble… y lo curioso es que son conscientes de sus propósitos interesados e inseguros. Nosotros como católicos busquemos a Jesucristo desinteresadamente, sabiendo que nosotros también por ser hijos de Dios podemos en todo tiempo ir haciendo camino.

3. Dónde hay que colocar el esfuerzo.
Jesús nos encamina por una nueva ruta: “El creer” Y nos habla de un trabajo que es don de Dios. “Trabajen por el alimento que dura hasta la vida eterna. Este alimento lo dará el Hijo del Hombre, a él fue quien Dios Padre confirmó con su autoridad” Se refiere a la vida plena que es don de Dios y nos invita a creer en Jesús. Cuando construimos en nuestra personalidad… con los valores del Reino de Dios, lo demás se va dando. Haz la prueba: esfuérzate por crecer espiritualmente, por ser honesto(a), por servir al prójimo… y la vida será distinta.

Oración:
Señor Jesús, nos hemos equivocado buscándote por otras direcciones, sin embargo con nuestras barcas hemos emprendido un nuevo camino y te hemos encontrado. Y como siempre Señor Jesús, nos preocupamos más por lo material, que por lo duradero. Gracias por corregirnos y enseñarnos que necesitamos trabajar en el “creer más en ti” y por darnos la confianza para irlo logrando. Alabado seas, bendito seas por siempre. Amén.
Que éste día sea rico en bendiciones, un abrazo.

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