lunes, 1 de junio de 2009

MARCOS 6,53-56


Cualquiera que ha sobrevivido una enfermedad grave sabe que ser sanado significa ser salvado, no solo de la muerte sino del sufrimiento y la incapacidad, que pueden ser aún peores que la muerte.
Me da la impresión que la vida nos la da el movimiento, una vez incapacitados, empezamos a morir más rápido. Otros nos llevan y disponen de nosotros. Es una situación lamentable para nuestra familia, amigos y nosotros.
Quien está enfermo agota sus movimientos y con ellos incluso, todos sus bienes los que ha conseguido durante toda su vida. Y esos bienes pasan a un segundo o tercer lugar… En general he visto lo siguiente:
Si le dicen: “Esta medicina vale tanto”, y no tienen el dinero. Hacen hasta lo imposible por conseguirla: Pide en los buses, atracan a alguien, roban… pero la consiguen, porque ésta en juego su vida.
Si le dicen: “Coma esto”, eso come con tal de recuperar su salud… conocí el papá de un amigo que comió entre otras cosas: caldo y carne de carroñero…
Si le dicen: “Vaya a tal parte”, Al brujo tal… a la misa tal… o a donde sea… allá van, porque en ése momentos sus creencias… se esfuman.
Lo que sucede es que la enfermedad nos puede afligir y robar la paz… Desde aquí comprendo que la persona cuando está enferma puede ser otra. El dolor, la desesperanza… ganan a veces la partida y entonces, es natural renegar, protestar…
Del texto del evangelio me llama la atención lo siguiente:
1. La gente reconoce a Jesús, que es la Buena Noticia. De ahí que nosotros, más que seguidores de una doctrina, somos seguidores de una persona.
2. La gente corre a dar la noticia que llegó Jesús. Cuando existe estima por la persona la misma gente propaga la noticia con alegría, imposible guardarse esa información…
3. Empiezan a traerle los enfermos. Nuestro deseo profundo es querer lo mejor para quien está enfermo espiritual o materialmente. En muchas ocasiones es oportuno llevarlos, porque por sí solos no pueden avanzar. Es Jesucristo quien les concede la sanación de acuerdo a su encuentro vivo con él.
4. Rogaban que les dejase tocar al menos el manto. Es llegar ante Jesús y expresarle su afecto… así sea desde lo mínimo y tener la seguridad que eso mínimo es más que suficiente para alcanzar la sanación.
5. La pedagogía de Jesús para con los enfermos. Es una atención personalizada. En otros textos dice: y se acerca a la suegra de Simón, la coge de la mano y la levanta (1,29-31); Al sordo tartamudo lo toma aparte, separándolo de la multitud, le mete los dedos en los oídos y con su saliva le toca la lengua.
Para curar al ciego de Betsaida, Jesús lo coge de la mano y lo conduce también fuera de la aldea, llevándolo progresivamente a la luz, hasta que vea del todo: "Veo a los hombres, porque percibo como árboles, aunque andan. Luego le aplicó otra vez las manos en los ojos y vio del todo".
Al hombre del brazo atrofiado lo coloca en medio de la sinagoga en claro gesto de desafío a los fariseos presentes que lo asedian para ver si lo cura en sábado y tener de qué acusarlo; a continuación les pregunta: "¿Qué está permitido en sábado, hacer bien o hacer daño, salvar una vida o matar?"
En cada momento y con cada paciente Jesús adopta la actitud adecuada para entrar en comunicación con él o ella y sacarlo(a) de su particular tipo de marginación y reintegrarlo(a) a la “vida”.Que sea Jesucristo quien nos vaya sanando, liberando… en todo éste mes que acabamos de iniciar… Que tengan un día esplendoroso… Un abrazo de oso.

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