viernes, 5 de junio de 2009

JUAN 6,60-69

Decir lo mismo, que suene novedoso es un desafío. Nosotros encontramos en Jesús esta capacidad original. Nos ha dicho en otros momentos: “Soy la luz del mundo, soy el camino, soy la verdad…” Y ahora, nos dice: “Soy el Pan de Vida”. En muchas ocasiones el público que lo escucha guarda silencio. En el texto de hoy: Juan 6,60-69. Quienes lo están escuchando reaccionan:

Primera reacción: Unos discípulos que están ahí replican:“Es duro este lenguaje” Es decir, les cuesta comulgar con Jesús. Les parece complicado hacerse alimento para los demás, así como Cristo lo hizo.

En la vida práctica podemos comentar hacía los demás o al interior de nosotros mismos: “es difícil cumplir lo que éste dice” porque el proyecto de seguimiento de Jesucristo, lo tomamos poco en serio y nos cuesta hacer sacrificios en bien de nuestros hermanos.

Me impresiona esto: “Jesús sabe lo que hay en nuestro corazón”. Les responde a aquellos discípulos y a nosotros con: Dos preguntas y dos afirmaciones.
1. ¿Esto los escandaliza? Los invita a pensar en su reacción y a cuestionarse.
2. ¿Y cuando vean al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? Los invita a mirar el crucificado. Por la cruz a la resurrección. Jesús siempre apunta a lo que más necesitamos.
3. El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Los invita a buscar del Espíritu, porque es El quién da la vida. ¿Cuán necesitados del Espíritu estamos?
4. Las palabras que les he dicho son espíritu y son vida. Nos invita a buscar de su Palabra.
He aquí una propuesta que tenemos todos los días hasta el fin de mundo que implica: cuestionarnos, sacrificarnos, acercarnos al Espíritu Santo y a la Palabra de Dios. Sabemos y el Señor sabe que la necesitamos.

Segunda reacción: El auditorio se divide en dos. Un grupo se aparta de Jesús definitivamente. Otro grupo se queda y hace una hermosa confesión por medio de Pedro: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

Hay tres afirmaciones importantes en ésta declaración de Pedro para cada ser humano:
1. Señor, ¿a quién iremos? Al igual que Pedro, nosotros también vemos en Jesús nuestra única respuesta.
2. Tú tienes palabras de vida eterna. Señor Jesús tus palabras son espíritu y vida. Eres vida, eres camino...
3. “Nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios” Señor Jesús también nosotros confesamos a todo el mundo que: “Creemos y sabemos” que nos acoges… con especial cuidado y nos brindas la comunión… del Espíritu de amor.
Que tenga un día esplendoroso, un abrazo.

No hay comentarios: