viernes, 12 de junio de 2009

JUAN 21,20-25


Vamos como discípulos continuamente al encuentro del Maestro y somos tan diferentes.
Cada quien tiene su ritmo y el hecho de ir atrás no significa que esté más alejado de Jesús. Es el caso de Juan en relación con Pedro. El evangelio de san Juan, presenta muchos textos que colocan a Juan en un nivel mayor que Pedro.
El discípulo amado:
- “El discípulo que amaba y el que en la cena se había inclinado sobre su pecho y le había preguntado quien era el que lo iba a traicionar”
En este episodio de la cena podemos darnos cuenta, de la gran confianza que Jesús le tenía a Juan. Es ahí cuando Jesús hizo de Juan su único confidente de la identidad del traidor. Como dicen por ahí: A grandes dificultades de la sociedad, grandes hombres y mujeres extraordinariamente sabios.
- Otro texto es cuando Pedro le pregunta a Jesús ¿Qué va a ser de él? Y Jesús le responde fuertemente en dos ocasiones: “si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta ¿a ti que te importa?
Juan es el discípulo que siempre siguió a Jesús con fidelidad y ahora tiene el respaldo del Señor de la vida. Juan el discípulo amado, es mencionado 14 veces en la última parte del evangelio. Se dice por ejemplo de él: junto a la cruz esta María magdalena, la otra María y el discípulo amado. Los demás discípulos tenían miedo que los vincularán con Jesús.
- Al final del texto dice también: Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas, las ha escrito y sabemos que su testimonio es digno de fe…
El discípulo servidor.
De Pedro hay varias menciones en los evangelios, pero me llama poderosamente la atención, aquél texto en el que Pedro y sus compañeros estuvieron pescando toda la noche, y no habían conseguido nada. Se parece mucho a nuestra vida, cuando laboramos y laboramos y Jesucristo está ausente y nuestra vida se nubla en el sin sentido, en la penumbra…
La noche sin estrellas, las tinieblas, la tristeza y la desilusión, parecían ganar la partida. No habían pescado nada, sus esfuerzos eran perdidos. Es como el lado trágico de la labor pastoral, hacemos esfuerzos, pero los frutos son escasos... Entonces, aparece Jesús y les dice: “Tiren la red a la derecha” ellos hicieron caso y al instante se llenaron de bendiciones: muchos peces, diálogo... y demás...
Pedro y sus compañeros habían trabajado fuertemente, pero sin Jesús. Igualmente, nosotros podemos estar laborando en la oscuridad, sin la luz del Espíritu Santo, ni la voz del señor Jesucristo que nos dice que es por la derecha.
Pedro a diferencia del discípulo amado, había estado a punto de perderse, en varias ocasiones, pero Jesús lo ha había rescatado, es lo que nos relata el texto en otra parte cuando menciona que Pedro tiene miedo y grita: “Señor sálvame” Y Jesús, acoge su llamado, camina sobre su mar de dudas y lo levanta diciéndole “No tengas miedo”
Conclusiones.
A ti y mí nos dice hoy Jesús: Tú sígueme, no te compares con los demás. Tu camino es singular, yo estoy contigo, adiós el miedo…
Así como existen limitaciones en Pedro también existen momentos en donde confirma la adhesión a Jesús. Por ejemplo cuando dice: ¿A quién iremos Señor, solo tú tienes palabras de vida eterna? Su discipulado es semejante al nuestro.
Hay muchas cosas que se pueden decir de Jesús y sus discípulos que si se escribieran, creo que no habría lugar en este mundo para tantos libros.
Dios los bendiga y un fuerte abrazo.

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