sábado, 30 de mayo de 2009

JUAN 4,43-54

La misión de Jesús es para todos. El sentido evangelizador de Jesús es universal, nosotros creamos las barreras, parcializamos: éste es mi grupo de catequistas y usted allá con el suyo de pastoral social, este es mi sector, esta mi parroquia, mi diócesis… y está bien el sentido de pertenencia, solo que Jesús nos da ejemplo de ir más allá de las ocupaciones y las personas. El Espíritu Santo es integrador. Encontramos un encuentro esporádico de Jesús con un pagano.
Este funcionario real, me hace acordar de muchas personas que tienen la fe de carbonero. Lo digo por las siguientes razones:
1.Va al encuentro de Jesús para pedirle que cure a su hijo” Como muchos de nuestros pueblos, que escuchan los milagros obrados por Jesús, van en su búsqueda y le exponen su petición. El ser discípulo poco importa, el comprometerse con una comunidad resbala, lo que interesa es que le cumpla Jesús su petición.
Mirando a nivel general, corren tras la ceniza, la unción, la misa de sanación… y todo que ahí, en el signo; poco se trasciende a la responsabilidad consigo mismo y con los demás.
2. Jesús le cuestiona. “…Si ustedes no ven señales y prodigios, no creen”. Nuestro pueblo, poco atiende a las palabras del Señor, siguen empeñados en su petición. Jesús quiere su profundización de la fe y de la vida. Y cuando la atienden es solo para su conveniencia. Estamos hablando en general.
3. Jesús obra el milagro. Jesús obra no interesa que sea pagano, extranjero… simplemente, le valora que se haya puesto en camino, que se haya acercado con fe y crea en sus palabras, aunque sea a su manera interesada. La hora de Jesús fue la 1:00 PM, pero puede ser cualquier hora, porque la misericordia de Dios es grande para con nosotros. Ahora que se habla del P. Alberto Cutie, que mejor que recordar que la misericordia de Dios es infinita.
Que pasen un buen día…

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