jueves, 21 de mayo de 2009

HECHOS 18,1-4

En éstos días estamos reflexionando en casa sobre la resiliencia, que es la capacidad de las personas para sobreponerse a muertes o períodos de dolor emocional e incluso, resultar fortalecido por los mismos. Entonces, podemos mirarnos y ver si somos resilientes; para ello vamos a relacionarnos con algunas de las cualidades del apóstol Pablo.

El texto de los hechos de los apóstoles 18: dice:
Pablo “dejó Atenas y se fue a Corinto” (1). Una cualidad que podemos tener es: la facilidad de dejar un lugar, unas personas… y adaptarnos a otros ambientes. Continuamente nuestra vida se mueve en ésos dos horizontes: “dejar y adquirir” lo que sucede es que existen ciertos momentos que marcan más que otros y por tanto van dejando su huella memorable. La mayoría de las circunstancias las determina la persona...
Pablo se acercó a Priscila y a Aquila (2). A muchos se les facilita entablar una conversación, pues tienen el don de gentes… El texto dice que eran del mismo oficio, esto es clave, prescindimos identificarnos en algo para que haya diálogo, venta, evangelización… es una idea que podemos mirar a nivel universal en el ecumenismo…
Pablo entablaba discusiones en la sinagoga con los judíos y los griegos (4). En buen sentido de los términos, los cuestionamientos nos ayudan enormemente a crecer como personas e iglesia. Tendremos que escuchar y saber leer realidades… para vivir en comunión en nuestro planeta. A ratos los estudios, las doctrinas… nos cortan la creatividad, sin embargo, los conocimientos son vitales para construir en el proyecto de Dios. ¿Se imagina una sociedad sin legislación? Lo jurídico… y demás (que es todo) sale de la realidad. Cada uno es un punto aparte o un punto seguido…
Pablo se sobrepone a las dificultades y sigue adelante. Unos más que a otros ven con claridad lo que acontece en un momento difícil, y salen vencedores, implica todo su ser y ante todo la autoestima alta, la fe inquebrantable, la confianza en sí mismo(a), el ser responsable con la misión, los conocimientos, el apoyo de la comunidad…
A continuación unas preguntas para ver si somos resilientes:
1. En éste momento de tu vida ¿Tienes una persona de referencia? ¿Tienes trato estable con ésta persona?
2. ¿Comunitariamente te sientes apoyado? ¿El clima educativo es emocionalmente positivo, abierto, orientador y regido por normas? ¿Eres competente en conocimientos? ¿Te sientes eficiente? ¿tienes confianza en ti mismo?...

A manera de conclusión:
Con nuestras actitudes podemos fortalecer en la resiliencia. Demostrando física y verbalmente nuestro afecto, reconociendo y atendiendo habilidades, destrezas... de nuestros hermanos, cultivando los valores del Reino de Dios…
Que tenga un día esplendoroso.

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